Hoy se conoció el nombre de un nuevo integrante de la realiza británica, la princesa Charlotte Elizabeth Diana, la segunda hija de los duques de Cambridge, Kate y William.
Así, la recién nacida pasa a formar parte de una de las familias reales más tradicionales y poderosas del mundo, la casa real de Windsor. Un linaje, sin embargo, cuyo nombre es relativamente nuevo, pues a comienzos del siglo XX la monarquía del Reino Unido decidió cambiar su nombre, que era casa real Sajonia-Coburgo y Gotha.
La historia de este cambio se entiende en el contexto de la Primera Guerra Mundial, cuando el Reino Unido y Alemania encabezaban los bandos en conflicto, y entre el pueblo británico no era bien visto el apellido germánico de la monarquía.
Fue así como el Rey Jorge V, en 1917 (en la imagen a la izquierda) decidió tomar el nombre de Windsor, en honor al castillo que sirve de residencia a los monarcas del Reino Unido.
Con esta medida se colocó fin a la casa Sajonia-Coburgo y Gotha en tierras británicas, donde reinó 35 años, pero la dinastía también tuvo presencia en otras naciones europeas, como Bélgica (donde se mantiene vigente), Bulgaria y Portugal.