La denominada generación dorada del fútbol chileno tiene una nueva prueba, para seguir escribiendo una prolífica historia deportiva. En Kazán, la selección nacional enfrenta a Portugal, buscando la final de la Copa Confederaciones.
Parte del plantel de Juan Antonio Pizzi ya sabe lo que significa jugar contra los lusos. Fue en un amistoso en 2011, en Leiría, que fue empate 1-1. Pero mucho antes, chilenos y portugueses se cruzaron en la Copa del Mundo Sub 20 de Canadá 2007, considerada para muchos como el inicio del equipo que le cambió la cara a la Selección. Una historia que tiene casi 10 años.
Un 12 de julio, en el Commonwealth Stadium de Edmonton, el equipo de José Sulantay enfrentó a Portugal por los octavos de final del Mundial de la categoría. Luego de ganar el grupo A, con siete puntos, en la ruta de la Roja se interpuso un combinado que clasificó apenas como uno de los mejores terceros.
En la cancha, Chile tuvo a cinco jugadores que pertenecen a la nómina de la Confederaciones: Cristopher Toselli, Mauricio Isla (el capitán), Gary Medel, Alexis Sánchez y Arturo Vidal. Mientras tanto, el golero portugués será el mismo que estará hoy en Kazán: Rui Patricio. El actual meta del Sporting de Lisboa es el único de esa convocatoria que hoy está presente en Rusia, siendo uno de los consolidados en la estructura de la selección adulta. Uno de sus compañeros entonces -y también ahora en su club, cedido a préstamo por el Real Madrid-, que alcanzó notoriedad y hoy está relegado del combinado absoluto es Fabio Coentrao.
"Fue un partido estrecho y fue tan mentiroso el resultado… Yo tengo la grabación del partido y el primer tiempo no tuvieron un tiro al arco. En el segundo nos emparejaron y no pudimos hacer más goles con el dominio que tuvimos. Pegaron harto", recuerda para La Tercera José Sulantay, quien prepara la próxima temporada de Primera B con Cobreloa y reconoce que no ha visto mucho la Copa Confederaciones (estuvo de viaje por Cochabamba). "Erramos muchos goles, pero al otro partido le hicimos cuatro a Nigeria", añade.
En efecto, el partido fue muy favorable para la Roja, que se creó muchas ocasiones de gol, pero cuya ventaja fue sólo por la mínima. En el cierre del primer tiempo, un tiro libre a favor de Chile fue el desnivel. Centro de Isla, Nicolás Medina intenta ganar por arriba pero no puede, y el rechazo rival es aprovechado por Vidal, quien remata de zurda en el área chica y deja parado a Rui Patricio. Algarabía en las tribunas canadienses, donde Chile era local. Fue el segundo tanto del Rey Arturo en la Copa del Mundo.
El mismo autor del gol fue expulsado en el cuarto minuto de adición, aunque lo curioso fue que un portugués, Zéquinha, también expulsado, le quitó de las manos la tarjeta roja al árbitro, el malasio Subkhiddin Mohd Salleh.
Quedan pocos días para que se cumplan exactamente 10 años del tercer lugar en ese Mundial. Sulantay aprovecha para resaltar su labor en la formación de este grupo. "Esta generación tiene jugadores que hay que saberlos llevar. Este equipo ha durado 10 años y cuatro técnicos (Bielsa, Borghi, Sampaoli y Pizzi) han sacado provecho a una generación muy grande. Éramos capaces de ganarle a cualquiera. Yo formé ese equipo, esa idea de no tenerle miedo a nadie", sentencia el estratega que alcanzó el podio en una Copa del Mundo con un grupo que pretende seguir reescribiendo su propia historia.