Es la pelea del momento. Del siglo, como les gusta decir a los norteamericanos. El 26 de agosto estarán frente a frente Floyd Mayweather, quien se retiró del boxeo en septiembre como campeón mundial invicto, y Connor McGregor, actual monarca de la UFC. El show, eso sí, comenzó antes. Anoche, para ser más precisos.
La presentación del combate se realizó anoche en Los Ángeles, California. Mayweather, como siempre, se mostró soberbio y seguro de sus capacidades. Al punto de que les atribuyó procedencia divina. "Dios no se equivoca. Hizo una sola cosa perfecta: mi record de boxeo", declaró. Su rival no se quedó atrás y lanzó un promesa: "Lo noquearé antes de que termine el cuarto round", dijo el irlandés. Hasta intercambio de insultos hubo, para darle un matiz aún más duro al encuentro.
Ver el combate, incluso por televisión, no resultará barato. Se estima que la pelea moverá unos 500 millones de dólares. La venta de entradas parte el 24 de julio y los tickets más caros bordean los US$ 500 mil dólares. Sin embargo, será la televisión la que aporte buena parte de los ingresos. Y ellos dependerán de la demanda de los abonados.
El abono mínimo se acerca a los 90 dólares (unos $ 60 mil pesos). Si la intención es presenciarlo en alta definición, el costo se eleva sobre los 100 dólares ($ 66 mil pesos, aproximadamente). Los valores son parecidos a los que rigieron durante el enfrentamiento entre Mayweather y Manny Pacquiao, en 2015. Sólo por concepto de televisación, en esa oportunidad la recaudación bordeó los US$ 400 millones. La idea es batir esa marca.