Si su ingreso familiar bordea el millón 600 mil pesos mensuales, o pertenece al grupo que se denomina ABC1, sepa que para usted criar un hijo desde que nace hasta los 18 años -¡ y sin contar la universidad! - le costará al menos 130 millones de pesos. Sí, tal cual.
Ahora, si forma parte de la clase media (y no gana más de 600 mil pesos) la cifra llegará a los 45 millones por niño. Aunque si tiene más de uno, y bien seguidos, podrá hacer algún tipo de "economía de escala".
Finalmente, los que tienen un ingreso menor a 350 mil pesos mensuales habrán desembolsado 24 millones el día en que el hijo cumpla la mayoría de edad.
Estas son las conclusiones de un estudio realizado por la Universidad del Desarrollo, el cual por primera vez analizó el costo de educar (en el amplio sentido de la palabra) a un niño en Chile. De paso, lo comparó con investigaciones similares efectuadas en otras naciones, concluyendo que al menos en relación con Estados Unidos, Chile sigue siendo más barato para criar hijos, pese a que no se considera la enorme diferencia de ingresos de chilenos y estadounidenses.
El estudio de la UDD fue dirigido por el decano de la Escuela de Gobierno, Eugenio Guzmán, y María Paz Lagos, directora del Centro Familia-Trabajo y Políticas Públicas. Se trata de la primera etapa de una investigación que promete convertirse en la más completa que se haya realizado sobre los costos económicos de la crianza: ropa, transporte, comida, educación, salud y lo que se gasta en higiene. Para su elaboración se consideró un sondeo de precios de una canasta familiar en relación al consumo de cada sector económico, la encuesta de presupuesto familiar del INE y una encuesta a 200 familias de distintos sectores de Santiago.
MAS GRANDES, MAS CAROS
Al separar el gasto por tramo de edad, la investigación también constató algo que todo padre sospecha: mientras más crecen, más caros son los niños. No es lo mismo lo que consume un niño chico que en un adolescente y, de hecho, el costo de tener un quinceañero en casa aumenta en 48% respecto de lo que se gastaba cuando el mismo menor tenía menos de 10 años.
Los adolescentes chilenos son más caros, porque -según explica Guzmán- en su crianza aumentan gastos como la recreación o la ropa, y los colegios van encareciendo sus pedidos: el arancel sube en la educación media, los libros cuestan más, hay que pagar preuniversitario y las clases particulares se necesitan con más frecuencia.
LAS DIFERENCIAS
Criar un hijo en Chile varía significativamente conforme al estrato socioeconómico al cual se pertenece. Según los datos de la UDD, el 20% más pobre de la población (con un ingreso familiar promedio de poco más de $ 177 mil) gasta algo más de $ 18 millones en educar a un hijo, mientras que el 20% más rico de los chilenos invierte casi $ 130 millones en el mismo período. En otras palabras, con lo que gasta la clase alta, la baja podría criar siete hijos.
En Estados Unidos, en cambio, la distancia entre el grupo más rico y el más pobre en el gasto apenas se dobla (US$ 298 mil frente a US$ 148 mil).
Las grandes diferencias de gasto entre un grupo socioeconómico y otro en Chile radican en Educación, Salud y Alimentación. En un niño perteneciente a un hogar con ingreso promedio superior a los dos millones de pesos se invierte 32 veces más en su salud que la de un niño cuya familia gana $ 300.000. Recibe una educación 23 veces más cara, alimentarlo cuesta casi siete veces más, se gasta casi cinco veces más en su vestimenta y seis veces más en el transporte.
En el ítem educación, por ejemplo, el sector de menores recursos no gasta en colegiatura, transporte escolar, almuerzo, ni libros. Su inversión consiste en la cuota del centro de padres, el uniforme y algunos paseos que se planifican en el año. En el sector medio (familias con ingreso promedio menor a $ 500 mil), el costo promedio del colegio es de $ 50 mil, suman algunas clases particulares, paseos de curso y transporte escolar. En el sector alto, el costo de la educación se dispara, alcanzando a $ 290 mil, los gastos en libros es muy alto en la educación media ($ 180 mil en la lista escolar), además de todas las actividades que pagan aparte como ballet, deporte, arte y clases particulares.
La enorme brecha de gasto en educación en Chile obedece, en parte, a que el sistema gratuito es considerado ineficiente. "En Estados Unidos, en cambio, la gente tiene confianza en la educación pública, por lo que la mayoría no gasta en colegios particulares", dice Guzmán.
BRECHAS MENORES
La vestimenta es donde la diferencia en el gasto es menor. El tipo de productos que adquieren es parecido pero el comportamiento es distinto, por ejemplo una familia del grupo bajo le compra a su hijo un pantalón al año, el del grupo medio 3 y el del sector alto 6. La parka, sólo se compra una vez al año, pero los precios que declaran son distintos, la del grupo bajo cuesta $ 15.000, la del medio $ 25.000 y la del alto $ 50.000. Los zapatos son otro ejemplo, en el sector bajo se compra uno al año y dos pares de zapatillas, en el medio tres pares y en el alto seis también. Además, el sector alto es el unico que compra otros tipos de ropa como la deportiva.
UNO TRAS OTRO, LOS HIJOS SON MAS BARATOS
Que el segundo hijo se cría sólo es un mito, pero que cuesta menos es cierto. De acuerdo con estudios similares realizados en el extranjero, en el sistema familiar también se cumple un precepto básico de cualquier negocio: la economía a escala.
En Estados Unidos, el análisis Expenditures on Children by Familys de 2007, calculó que cuando el segundo hijo nace con una diferencia menor a dos años y es del mismo sexo, el costo de su crianza baja en 30%. Pero si nace dos o tres años después del primer niño o si es del sexo opuesto, el ahorro es sólo de un 10%. Acá se aplica lo que se conoce como "herencia de productos", una dinámica fuertemente arraigada en Chile.
La vestimenta (el pantalón que quedó chico pero que se mantiene en perfectas condiciones), el auto para transportarlos, la conexión a internet y otros tantos gastos pueden ser aprovechados por dos o más hermanos, sin que eso involucre un gasto extra, cuando tienen una edad cercana. Sobre la base de estas estimaciones, el investigador de la UDD, Martín Cassassus, calculó el costo de un segundo hijo, según el estrato socioeconómico al que pertenecen las familias.
Un niño del 20% más pobre de la población tiene un costo para sus familia de $82.149 mensuales, si el hermano que sigue es cercano en edad, implicará un gasto de $ 65.328, pero si es niña o tiene tres años de diferencia de edad, el gasto subirá de inmediato a $ 76.542.
En el otro extremo, un niño del grupo de más altos ingresos tiene un costo para su familia de $719.880 al mes, pero el segundo hijo le cuesta $ 503.916 y si tiene uno algunos años después, su crianza saldrá $ 647.892 mensuales. En la clase alta, el segundo hijo puede costar hasta $ 21 millones menos a lo largo de su vida que su hermano mayor.