No haga caso de "pelambre" alguno. Si usted ya pasó de los 40, nunca se ha casado y de cuando en cuando suelen acosarlo en reuniones sociales con miradas lastimosas o preguntas del tipo "pero cómo, ¿por qué no te has casado?", no se mortifique más. Ningún "tren se le ha escapado". Tenga claro que su bienestar sicológico es tan bueno como el de una persona que se precia de estar felizmente casada.


Así lo señala un nuevo estudio que, por primera vez, inclina la balanza a favor de los solteros. Desde hace al menos una década que estudio tras estudio los especialistas han destacado los beneficios que reporta el matrimonio: los casados tienen mayores ingresos,  mejor  salud física y mental y una mayor posición social que quienes no lo están.
Ahora, sin embargo, una nueva investigación realizada por las universidades de Lafayette y Miami, y publicada en la Revista de Relaciones Sociales y Personales, sostiene lo contrario. Los mayores de 40 años que nunca se han casado logran similares niveles de felicidad, sienten el mismo apoyo de su entorno y, en muchos aspectos de sus vidas llegan a experimentar menos emociones negativas que los puedan conducir a una depresión. Incluso, sostiene el estudio, ellos superan a los casados en sentir que son capaces de lograr todo lo que se propongan.

Autosuficientes y felices

Esta es la primera investigación realizada en Estados Unidos con una muestra representativa, tomada a partir de una encuesta nacional sobre la mediana edad. Para ello, los especialistas seleccionaron a 105 personas heterosexuales que tenían al menos 40 años, que nunca se habían casado y que tampoco convivían. Todos ellos respondieron preguntas acerca de sus emociones, su entorno y su calidad de vida desde el punto de vista sicológico. Luego, sus respuestas fueron comparadas con personas casadas de edades similares, analizándose una serie de aspectos sicológicos como recursos sociales, dominio de personalidad y autosuficiencia.

Los resultados fueron sorprendentes. En el caso de los llamados recursos sociales -que hace referencia al grado de apoyo que una persona dice recibir de su círculo de amigos- los solteros se sienten igual de satisfechos que los casados. Sólo hubo una pequeña diferencia entre el apoyo que percibían de los parientes y la comunidad (coincidentemente los que más critican a los solteros por no "sentar cabeza"). Sin embargo, los solteros superaban a los casados en otros indicadores, como el dominio de personalidad (que hace referencia al sentimiento de que uno es capaz de hacer cualquier cosa que se proponga), y la autosuficiencia, en el sentido de ser capaz de manejar los problemas sin ayuda.

Según Jamila Bookwala, especialista que lideró la investigación, los solteros llegan a manifestar altos niveles de felicidad -similares a los de los casados- especialmente cuando sienten que tienen pleno control sobre sus vidas y confianza en sí mismos.

Opción de vida

Según Bella de Paulo, sicóloga de la U. de Harvard, que ha dedicado su carrera a estudiar a los solteros y que no participó del estudio, los hallazgos de esta investigación vienen a confirmar que en la sociedad moderna la soltería es una opción de vida tan válida como el matrimonio. Esto explicaría por qué un creciente número de personas eligen esta opción en lugar de casarse. En Chile, por ejemplo, las cifras del último Censo indican que existen casi 700 mil personas mayores de 40 años que nunca se han casado.

De Paulo cree, además, que la investigación demuestra las falencias de muchos estudios sobre las ventajas que reporta el estar casado para la salud. Explica que, generalmente, las investigaciones que comparan personas solteras y casadas ponen "todas las manzanas en la misma canasta". Es decir, que al hablar de solteros, incluyen a viudos y divorciados. Y allí existen grandes diferencias.

Habría también que agregar un estudio de la U. de California realizado en 2006, que cuestiona la interpretación de que el matrimonio es una "opción saludable". Los autores plantean que el matrimonio no posee un "efecto sanador en sí mismo", sino que se trata de un tema de "selección". ¿Cómo así? Precisamente aquellos que son saludables, acaudalados y rectos en su comportamiento, son quienes tienen mayor probabilidad de casarse y de mantener sus matrimonios. De esas condiciones proviene su  mayor bienestar, y no del hecho de haberse casado.

Soltero, casado, divorciado


Según algunos expertos, uno de los errores más recurrentes en los estudios que afirman que los solteros tiene menor bienestar y salud que los casados, es que incluyen en el grupo de solteros a divorciados y viudos.


 Los estudios indican que los divorciados registran menores niveles de bienestar que los que nunca se han casado. Uno de los más recientes, realizado por la U. de Texas, dice que las mujeres divorciadas mayores de 40 años, aun cuando se hayan vuelto a casar, presentan más enfermedades cardiovasculares que las mujeres que siguen casadas. 


Los viudos, por su parte, suelen hacerlo mejor que los divorciados, ya que se adaptan más rápido a su nueva realidad. Sin embargo, viudos y viudas también se encuentran en desventaja respecto de las personas casadas o aquellas que nunca se han casado.

Un estudio de la U. Estatal de Michigan, que analizó datos de la Encuesta Nacional de Salud en EE.UU. entre 1986 y 2000, revela que los viudos tienen una expectativa de vida menor. Esto se debe, principalmente, debido al aislamiento social en que muchos quedan tras la muerte de su ser querido, lo que incidiría en niveles de estrés sicológico capaces de desencadenar enfermedades.