El Presidente venezolano, Hugo Chávez, anunció hoy que el próximo 21 de diciembre reabrirán bajo el control del Estado cuatro de los siete bancos privados cerrados la semana pasada por detectarse irregularidades en su gestión.

Chávez sostuvo que la banca privada nacional está "sólida" y reiteró su llamado al sector a que trabaje junto a su gobierno para impulsar el desarrollo del proyecto socialista que está plasmado en la Constitución Bolivariana de 1999.

En un acto oficial en la sede del gobierno, al que asistieron los Presidentes de los mayores bancos privados del país, el Presidente sostuvo que cuatro de las siete entidades intervenidas serán fusionadas con el estatal Banfoandes y darán paso al nuevo Banco Bicentenario.

"El día 21 de diciembre esos (cuatro) bancos abren, pero abren como bancos del Estado, y los vamos a fortalecer", dijo Chávez.

Los siete pequeños bancos cerrados abarcaban alrededor del 9 por ciento de los depósitos del sistema, y fueron cerrados por el Gobierno por presentar irregularidades en su gestión.

Con la adquisición de las cuatro entidades, el Estado acumulará alrededor del 24 por ciento de los ahorros del sistema, ya que el pasado mayo el Gobierno compró el Banco de Venezuela, el tercero más grande del país, al español Grupo Santander por 1.060 millones de dólares.

Además de estatizar cuatro de ellos, el Confederado, Bolívar, Central Banco Universal y Banco Real, el Ejecutivo decidió liquidar los bancos Canarias y ProVivienda, cuyos clientes comenzaron a recibir desde el viernes pasado hasta 10.000 bolívares provenientes del Fondo de Garantías de Depósitos (Fogade).

Chávez dijo ayer que su Gobierno "no necesita" a Baninvest, la séptima institución intervenida, pero no dio ningún tipo de detalle, por lo que no está claro su destino.

El Mandatario insistió en que en Venezuela "hay un sistema bancario que ha estado sólido y sigue sólido", y destacó que ello se "demostró en estos días", cuando se han "corrido rumores" de una presunta crisis financiera.

Repitió que esos "rumores" fueron lanzados por sectores de la oposición radical que creen, de forma equivocada según dijo, que una crisis financiera propiciaría la caída de su Gobierno.

"Si eso llegara a ocurrir (la crisis financiera) caería la banca privada, no Chávez", advirtió.

Sin embargo, dijo que "la banca y la propiedad privada pueden existir" dentro del proceso revolucionario, "siempre que se sometan a la Constitución, que es más que una ley, es un proyecto nacional".

"Apoyo es lo que pedimos (...) yo no les pido a ustedes que se pongan boina roja (característica del chavismo) sino que aceptemos una realidad y ayudemos al país, trabajemos por el país", declaró el Presidente.