El color de pelo, ojos, idioma, altura, herencia étnica y otras características básicas diferencian a los humanos. Pero basta escarbar un poco en su ADN para descubrir que todos son parte del mismo árbol genealógico y que tienen un ancestro común que habitó Africa y que, hace 60 mil años, abandonó ese continente para poblar el mundo.

La travesía de ese viaje planetario es lo que reconstruyó en detalle el proyecto Genographic, que hace cuatro años lanzó National Geographic e IBM. ¿Cómo? Siguiendo la huella genética de ese antepasado cuya descendencia se mantiene viva hasta hoy. Para ello se han tomado más de 270 mil muestras a personas comunes y a pueblos étnicos y tradicionales más antiguos del mundo para encontrar marcadores genéticos que permitan rastrear nuestro origen y, de paso, construir el mapa del poblamiento del planeta. "Las ramas más profundas del árbol genético humano están en Africa. Hay más diversidad en un sólo pueblo africano que entre dos poblaciones separadas por miles de kilómetros", explica Spencer Wells, antropólogo y genetista a cargo del proyecto.

LINAJE ASIATICO
Uno de los resultados de este trabajo, que finaliza en marzo de 2010, indica que la población sudamericana tiene un linaje predominantemente asiático y que cuatro marcadores genéticos explicarían el poblamiento de América del Sur.

El primero tiene sus orígenes en Asia Central, entre el mar Caspio y el lago Baikal. Eso significa que una parte de nuestros ancestros tuvo un fuerte asentamiento en Asia oriental, con el paso de los años se extendieron desde la costa Pacífica de Vietnam a Japón, para llegar a Sudamérica hace menos de 20 mil años. Una vez aquí se dispersaron rápidamente. Este mismo linaje ha sido encontrado en el 20% de la población china. Otro grupo de antepasados también llegó de Asia Central y, además de Sudamérica, tiene fuerte presencia en las personas de Japón y Corea.
 
No son nuestros únicos antepasados. Otros dos marcadores géneticos presentes en nuestra población -explica Máximo Smoje, de IBM- tienen origen en Siberia. La mayoría de esos humanos se quedó en Norteamérica, sin embargo, en este mapeo se encontraron sus rastros en la Amazonía, hasta donde llegaron hace 15 mil años. Otros, están presentes en la parte norte de Sudamérica, pero además en el 20% de la población de Asia Central.
 
Al margen de estos tres linajes asiáticos, hay un patrón genético que domina a la población sudamericana y que es considerado el patriarca de casi todos los indígenas de la región. "Se trata del grupo M3, que proviene de un individuo que nació en Norteamérica después del deshielo del Estrecho de Bering. Es un humano de este continente cuya descendencia está presente en el ADN de gran parte de los sudamericanos", dice Smoje.

¿MONTE VERDE?
Los datos de Genographic reafirman la tesis de que el poblamiento de América fue desde Asia, hace 25 a 30 mil años, cuando la glaciación creó un puente de hielo -el Estrecho de Bering- que unió ambos continentes. Fósiles de la cultura clovis datados hace 11.000 años en Norteamérica apoyan esta tesis. Pero en 1976 se descubrieron en Monte Verde, sur de Chile, fósiles de una cultura más antigua: de 12.500 años, que puso en jaque esta teoría. Los datos de este trabajo no han establecido aún otra ruta de migración para América. "El M3 es el marcador genético que origina el poblamiento en Norteamérica y de ahí se mantiene en el resto del continente. En esa época, por la capacidad de navegación y pensando en el Estrecho de Magallanes, es poco probable que hayan llegado por ahí, pero este estudio aún no está terminado y no podemos saber si aparecerán nuevos datos", dice el experto de IBM.