Son dos fechas importantes. El 22 de octubre de 2005 y el 10 de febrero de 2007. Y ambas representan los inicios del plan de transporte que le cambiaría la cara a la capital: el Transantiago. Y sí le cambió el rostro, algunos dicen que para mejor, otros afirman que definitivamente no.

En octubre de 2005 se inició la primera etapa del Transantiago, que estuvo marcada por la repavimentación de la Alameda y la licitación de los nuevos recorridos. Ya ese día, los usuarios del transporte de locomoción colectiva se subieron a las nuevas máquinas, que llamaron la atención por su forma y largo.

Este sería el único cambio que verían los usuarios, ya que los recorridos son los mismos, al igual que el sistema de pago, el que sólo cambió cuando en enero de 2007 se inició la venta de las tarjetas Bip!, que hasta el día de hoy es la modificación del plan de transporte más valorada por la ciudadanía.

Y así finalmente, el 10 de febrero de 2007 se dio inicio a la etapa final de implementación. Pero durante la primera semana de funcionamiento, el servicio resultó ser completamente gratis, ya que se registraron problemas en la instalación de validadores y un error en la programación.

La palabra Transantiago siempre será sinónimo de fracaso". Ministro de Transportes, Pedro Pablo Errázuriz.

Y llegó el "Lunes 12", la prueba de fuego, el primer día laboral del Transantiago. Así, los medios mostraron cómo ocurrieron retrasos en la salida de los buses de los terminales, y aglomeración de pasajeros en lugares como Escuela Militar, el paradero 14 de Vicuña Mackenna y Plaza Italia.

A estas imágenes también se sumaron jóvenes de chaqueta, contratados por el Ministerio de Transporte, para aconsejar y orientar a los pasajeros en los paraderos.

Pero así se sumó el 14 de marzo de 2007, cuando de forma espontánea se produce la protesta más violenta en contra del Transantiago. Una falla en la estación Los Héroes del Metro, dejó una colapso en el sistema, fue así que usuarios comenzaron a repletar las escaleras de las Rejas y los paraderos de la Alameda y sin previo aviso, se tomaron la Alameda en manera de protesta por los problema para poder tomar algún bus.

Fuerzas Especiales de Carabineros llegaron al lugar, actuando con bombas lacrimógenas, para poder dispersar a los pasajeros que enardecidos, protestaban contra el ministro de Transportes.

Pero las manifestaciones no terminaron ahí, el día 15 en Rinconada de Maipú, usuarios del Transantiago hicieron fogatas y detuvieron la circulación de buses. Lo mismo ocurrió en Lo Hermida, en la comuna de Peñalolén, donde se registraron pequeños desmanes motivados por el nuevo método de transporte.

Ante esta efervescencia de la población, el 27 de marzo de 2007, la Presidenta Michelle Bachelet decidió sacar del cargo al ministro de Transportes Sergio Espejo, y llegó a la cartera René Cortázar.

Frente a este nuevo escenario, el 3 de abril anuncia el arriendo de 500 buses expresos y la compra de nuevos para aumentar a 6.000 los buses en circulación.

PROBLEMAS POLITICOS
En tanto, en mayo de 2009, el ministro Cortázar fue interpelado en el hemiciclo de la Cámara de Diputados. Las preguntas estuvieron marcadas por las dudas opositoras sobre el pago de la deuda de US$288 millones que mantenía el Estado, tras el préstamo que realizó al Transantiago el Banco Interamericano de Desarrollo (BID).

Fue así que llegó el gobierno de Sebastián Piñera y a la cartera de Transportes, Felipe Morandé, quien se reunió con Cortázar para conocer los detalles del plan de transporte y los desafíos que quedaban hacia adelante.

De igual forma, ya estaba en curso una indagatoria parlamentaria y así, en septiembre de 2010, con 68 votos a favor y dos abstenciones, la Cámara de Diputados aprobó el informe de la comisión de Obras Públicas, Transportes y Telecomunicaciones, que analizó el déficit del Transantiago y además formuló una serie de recomendaciones y propuestas para corregirlo.

La comisión investigadora recibió el mandato investigador de la Sala el 18 de mayo pasado a raíz de la solicitud planteada por 49 diputados, quienes advirtieron sobre la grave situación de creciente déficit financiero que experimenta el Transantiago y por ello propusieron que la instancia especializada de la Cámara analizara los hechos y determinara eventuales responsabilidades administrativas y políticas.

Se determinó que el déficit financiero aumentó más de lo esperado, por el aumento de costos, la reducción de ingresos, el menor crecimiento de la demanda por viajes y la mayor competitividad de otros medios de transporte.

En tanto, en el mismo mes, el ministro Morandé presentaba un paquete de 15 medidas para mejorar el sistema de locomoción colectiva, entre las que destacaban duplicar la capacidad fiscalizadora, para bajar la evasión.; mejorar 150 recorridos para eliminar los trasbordos innecesarios; tener frecuencias fijas durante las noches y los fines de semana; completar la renovación de más de 800 buses entre 2010 y 2011 para mejorar la comodidad y seguridad de los viajes;  informar por mensajes de textos los horarios de llegada de los buses en todos los troncales y un alimentador, entre otras.

Así, se llega a enero de 2011, cuando el Presidente Sebastián Piñera le pide la renuncia a Morandé. De acuerdo a fuentes de ese momento,  las críticas al manejo de la cartera se hicieron evidentes en una reunión que sostuvo el Mandatario con el ministro en La Moneda, el lunes 3 de enero. Entonces, Piñera le pidió cifras operacionales del Transantiago. Según las fuentes, "Morandé no supo responder con precisión. Piñera se ofuscó y le pidió mejorar el Transantiago ahora. El ministro le dijo que no tenía atribuciones para hacerlo y el Presidente le respondió que sí las tenía".

El 16 de enero Piñera nombra en el cargo al ingeniero Pedro Pablo Errázuriz, quien anuncia a fin de año el fin de las negociaciones con empresas del Transantiago.  "Estamos terminando con los contratos hechos para beneficiar a las empresas y cambiándolos por contratos que benefician a las personas", dijo.

Y llegamos a 2012-2013, donde se destaca un déficit financiero de $ 350 mil millones, mientras que en 2009 era de $ 393 mil millones.

En cuanto a la seguridad en el sistema de transporte público, entre enero y octubre de 2012 se produjeron 2.330 incidentes asociados a delincuencia y vandalismo, cifra que disminuyó un 59,2% respecto de 2007, cuando alcanzaba a 5.719 casos.

Sin embargo, a pesar de que las manifestaciones ciudadanas y cuestionamientos políticos al sistema siguen existiendo, estos episodios son menores con el paso del tiempo. Esto, teniendo en cuenta de que encuestas indican que el Transantiago obtiene un 61% de rechazo, la peor cifra desde 2007.

Así, el ministro Errázuriz, afirmó que la palabra Transantiago siempre será "sinónimo de fracaso".