Cuba permitió el martes el acceso a medios internacionales a varias de sus prisiones en La Habana, pocas semanas antes de que el Consejo de Derechos Humanos de la ONU celebre su examen periódico universal sobre la isla.

Con ello, La Habana abrió sus puertas a la opinión pública tras casi una década, después de que el gobierno de Fidel Castro organizara una visita similar en abril de 2004. Las autoridades cubanas, sin embargo, no permiten desde hace años a organizaciones humanitarias como Amnistía Internacional o la Cruz Roja la inspección de sus cárceles. 

"Hemos pedido el acceso en varias ocasiones", confirmó desde México el jefe de la delegación regional del Comité Internacional de la Cruz Roja, Karl Mattli. Se trata de un pedido "de carácter permanente", agregó. La organización no ha tenido acceso a las prisiones cubanas desde los años 90. 

"Como sistema penitenciario no conozco que nosotros hayamos recibido alguna petición", señaló por su parte el segundo jefe de la dirección nacional de prisiones de Cuba, coronel Osmany Leiva.

Las solicitudes deben llegar a las cárceles a través del Ministerio del Interior, detalló. "Las prisiones son visitadas por muchas instituciones que vienen a eventos" a la isla, sostuvo Leiva.

El interés de las organizaciones humanitarias se centra en los presos políticos. El Consejo de Derechos Humanos de la ONU celebrará su tradicional examen periódico universal sobre Cuba el 1 de mayo.

Según organizaciones como la ilegal pero tolerada Comisión Cubana de Derechos Humanos y Reconciliación Nacional (CCDHRN), dirigida por el disidente Elizardo Sánchez, en la isla hay actualmente unas 90 personas detenidas por motivos políticos.

"No llegamos a los 50 casos por delitos contra la seguridad del Estado en estos momentos", dijo Leiva. El gobierno de Raúl Castro no reconoce oficialmente la existencia de presos políticos y acusa a los disidentes de ser mercenarios financiados desde el extranjero para desestabilizar el país.

Cuba tiene una población de unos 57.000 reclusos, según cifras difundidas en mayo del año pasado por primera vez en décadas por el gobierno cubano. La CCDHRN cifra el número sin embargo entre 60.000 y 70.000.

Varios de los medios extranjeros acreditados en la isla pudieron entrar el martes a cuatro cárceles en La Habana, entre ellos el Combinado del Este, uno de los cinco de mayor seguridad en Cuba, así como una prisión de mujeres en la localidad de El Guatao.

Las visitas guiadas incluían las posibilidades de hablar con los reclusos. Las autoridades se esforzaron en mostrar que las condiciones de prisión son adecuadas para todos los prisioneros. Los centros cuentan con posibilidades para atender a madres con hijos, instalaciones médicas y cursos de capacitación y reinserción social.

"Nunca estamos llenos", señaló la directora de la Prisión de Mujeres de La Habana, Sonia Rubio. La cárcel de El Guatao tiene una capacidad para 500 personas y alberga actualmente a entre 400 y 420 reclusas.

La mayoría de mujeres, un 63%, han sido condenadas por delitos patrimoniales. Un 50% de ese grupo purga condenas por malversación. "Es un delito que siempre nos ha golpeado", señaló Rubio. El gobierno de Raúl Castro ha reconocido que la extendida corrupción es uno de los principales males que aqueja a la golpeada economía de la isla.

Entre las reclusas hay también extranjeros encarcelados sobre todo por delitos de narcotráfico. "Yo debía una cuenta y necesitaba pagarla", contó Claudia Carvallo, de 34 años.

La boliviana, madre de tres niños, fue capturada hace más de cinco años en el aeropuerto de La Habana con 800 gramos de droga en la maleta, que debía entregar en la isla a cambio de 1.000 dólares. Su condena es a 15 años, aunque podría salir en unos diez meses por buena conducta.

Pese a que Cuba no sufre casi problemas de drogas, en los últimos años han aumentado la llegada de "mulas" o los envíos clandestinos por mar en ruta hacia Estados Unidos, el principal mercado de drogas del mundo.

Se trata únicamente de recorridos "por lugares que son presentables", dijo a dpa Elizardo Sánchez sobre las visitas. "Esto de llevar visitantes y periodistas a lugares previamente escogidos por el gobierno me parece muy sesgado", criticó el opositor, que dirige el principal grupo no gubernamental que recopila datos sobre los derechos humanos dentro de la isla.

Su agrupación considera que Cuba tiene uno de las más altas poblaciones penales del mundo en relación con los alrededor de 11.000 millones de habitantes de la isla. El gobierno cubano no reconoce a la CCDHRN.