Cuba y EE.UU. dialogan en un ambiente de "respeto", "distendido" y "productivo" los "pasos prácticos" para oficializar el restablecimiento de sus relaciones diplomáticas, un proceso que implicará más reuniones entre ambas partes, además de la que se está celebrando hoy en La Habana, dijeron fuentes oficiales.

Las delegaciones están intercambiando propuestas sobre "cuáles son esos pasos", según el subdirector para EE.UU. de la Cancillería cubana, Gustavo Machín, quien hizo una breve declaración a la prensa para informar sobre cómo transcurre la primera reunión oficial entre Cuba y EE.UU. sobre su deshielo diplomático.

Sin entrar en detalles sobre el contenido de las negociaciones, Machín dijo que están cumpliendo con el programa previsto y se está dialogando con "fluidez".

Estas negociaciones estarán lideradas por la directora para EEUU del Ministerio de Relaciones Exteriores de Cuba, Josefina Vidal; y la secretaria de Estado adjunta para Latinoamérica, Roberta Jacobson, que es la funcionaria estadounidense de mayor nivel que visita la isla en décadas.

En esta discusión Estados Unidos quiere tratar las cuestiones "técnicas y logísticas" para la reapertura de legaciones, como la eliminación de los límites al personal diplomático estadounidense, las restricciones al movimiento de miembros de la misión y las dificultades para recibir envíos del exterior, según adelantaron fuentes del Departamento de Estado.

Por su parte, Cuba defiende que el restablecimiento de relaciones debe basarse en los principios del derecho internacional y recuerda que éste conlleva el respeto recíproco al sistema político y económico de cada uno de los países y evitar cualquier tipo de injerencia en asuntos internos. 

Es previsible que la isla también reclame que Estados Unidos la excluya de su lista de países patrocinadores del terrorismo, donde figura desde 1982, como uno de los pasos para restablecer relaciones.

Cuba y EEUU mantuvieron el miércoles un encuentro enmarcado dentro de las rondas del diálogo migratorio que sostienen desde hace varios años con el objetivo de lograr una emigración "legal, segura y ordenada".

Esa reunión se desarrolló en un "clima de respeto" y "diálogo constructivo", según afirmaron desde ambas partes, pero salieron a relucir viejas discrepancias que los dos países mantienen desde hace años sobre las políticas migratorias que Estados Unidos aplica a Cuba.