A partir del 1 de enero de 2010 las cuentas de la luz para los hogares van a cambiar en todo el país. Si bien no hay ningún proceso tarifario en curso, a contar de ese día entrarán en vigencia las nuevas tarifas para los hogares que tomarán como base los contratos de suministro eléctrico de largo plazo firmados entre las distribuidoras -que abastecen a los clientes residenciales y las generadoras -que producen la energía-. Estos contratos van a cubrir cerca del 80% de la demanda eléctrica residencial de energía del país.

Según explican altas fuentes de la industria, de acuerdo con los factores que influyen en la fórmula asociada a los nuevos contratos licitados, las cuentas para los clientes de Santiago registrarían una leve baja, que se estima será menor al 5%.

Esta caída no favorecería a la zona periférica de la Región Metropolitana. Ejecutivos del sector también anticipan que se pueden producir leves alzas, también menores al 5%, en las tarifas de algunas ciudades que se ubican entre Santiago y Concepción.

En el caso de las regiones IX y X, la tendencia será similar a la de Santiago. Los ejecutivos anticipan que las cuentas bajarán entre 1,5% y 3,5%.

Para los habitantes de esas zonas y de Santiago, la caída de enero será la cuarta consecutiva que registren las tarifas residenciales, considerando los retrocesos ya producidos en mayo, octubre y noviembre. En el sistema Interconectado Central (SIC), que opera entre Taltal y Chiloé este año las cuentas bajaron 15%.

Con el nuevo ajuste, en la industria se espera que los valores mensuales que pagarán por la luz un hogar de Santiago bajarían de los $ 21.000, ubicándose en su menor valor de los últimos dos años. Con esta variación, los hogares  de la Región Metropolitana seguirán pagando las cuentas de luz más bajas de todo el país. En contraste, las ciudades del norte se mantendrían con  los valores más altos.

"Es muy posible que la evolución que muestran los indexadores de los nuevos contratos licitados se traduzca en una caída en los precios de los clientes residenciales en enero", afirma María Isabel González, ex secretaria ejecutiva de la Comisión Nacional de Energía. Esa disminución está asociada al comportamiento que exhiben los precios de los combustibles, la trayectoria de la inflación de Estados Unidos y la evolución del dólar.

"El tipo de cambio tendrá injerencia en las nuevas tarifas, porque los precios de los nuevos contratos están ligados al IPC de Estados Unidos que se expresa en esa moneda, y si se mantiene la tendencia a la baja de la divisa, entonces los clientes se beneficiarán", señala González.

En 2010 una parte de los hogares del país, sobre el 20%, seguirá vinculado con el precio de nudo, que se fija cada seis meses y que representa cerca del 70% de la cuenta final de los usuarios. Hasta este año el 100% de los clientes residenciales del país estaba sujets al precio de nudo que define la autoridad. Para esos clientes también habría un impacto favorable. "Si continúa el descenso del dólar y se mantienen las otras variables constantes, también habrá un impacto sobre las cuentas en enero", dice González.

Los ajustes en las tarifas podrían adelantarse para diciembre, reconoce una fuente de las distribuidoras, si el dólar profundiza su caída.  Para Francisco Aguirre, de Electroconsultores, un factor clave para gatillar un descenso de tarifas es el Precio Medio de Mercado (PMM), que es el promedio de los contratos que tienen suscritos las empresas con las generadoras.