Israel entierra este martes a los cuatro judíos asesinados el viernes pasado en un ataque islamista contra un supermercado kósher de París, en un clima de inquietud en el país por la seguridad de los judíos en Francia.
Los cuerpos de Yohav Hattab, Yohan Cohen, Philippe Braham y François- Michel Saada, llegaron acompañados por sus familiares sobre las 04H30 (02H30 GMT) al aeropuerto de Tel Aviv a bordo de un avión de la aerolínea israelí El Al.
Las víctimas serán inhumadas, a media jornada, en el inmenso cementerio de Har Hamenouhot (Monte del Descanso), donde también lo fueron en 2012 tres niños y su profesor franceses muertos por otro yihadista, Mohamed Merah.
Al igual que en esa ocasión, una gran muchedumbre se congregará, junto al primer ministro y dirigentes israelíes, así como la ministra francesa Ségolène Royal, en la mayor necrópolis de Jerusalén, en los flancos de la colina ubicada al oeste de la ciudad.
Yohav Hattab y Yohan Cohen, ambos veinteañeros, Philippe Braham, de unos 40 años, y François-Michel Saada, de unos 60, forman parte de las 17 víctimas de los atentados que sacudieron Francia la semana pasada. Su muerte en una toma de rehenes en un supermercado kósher de París consternó a los israelíes.
Cohen, que trabajaba en la tienda kósher atacada, era originario de Sarcelles, una localidad ubicada al norte de París, que en julio fue escenario de violentas manifestaciones antisemitas durante la guerra de Israel contra Hamas en la Franja de Gaza.
Las tres otras víctimas, que eran judíos practicantes, habían ido al supermercado para hacer las compras antes del inicio del sabbat, día sagrado de descanso semanal en el judaísmo.
Hattab era un ciudadano tunecino, hijo del rabino de la sinagoga de La Goulette en Túnez, cuyo padre lo había enviado a estudiar a Francia, porque pensaba que estaría más seguro.