Como  "un tiro en el brazo" que afectó la credibilidad de la Organización de Estados Americanos (OEA), calificó el ex secretario de Estado norteamericano, Roger Noriega, el actuar del Secretario General, José Miguel Insulza, con respecto al manejo de la crisis generada en Honduras tras el golpe de Estado que puso fin al gobierno de Manuel Zelaya.

Noriega, que cree que el organismo no demostró tomar una postura independiente en el conflicto, luego que el ex canciller fue la primera voz internacional que condenó el golpe de Estado al Presidente Zelaya, impuso condenas y sanciones, pero no logró ninguna solución al conflicto.

Por otra parte, Noriega resaltó el "doble estándar" del organismo: "agresivo en el rescate de Zelaya pero pasivo a la hora de responder a otras agresiones a la democracia, como las acciones de Hugo Chávez en Venezuela o en Nicaragua, donde se robaron las elecciones pasadas".

"Al adoptar (Insulza) esa postura, así fuera de principios, la OEA se autoeliminó como posible negociador honesto (...) cuando lo que se necesitaba era dejar espacio para el diálogo", dijo el vicepresidente del foro Diálogo Interamericanorganismo Michael Shifter.