Un estudio español que parece demostrar que el consumo elevado de alcohol puede disminuir el riesgo masculino de desarrollar enfermedad cardíaca está bajo la lupa, ya que algunos científicos consideran que tiene varios defectos y que no debería incentivar la ingesta alcohólica.

La controvertida investigación reveló que los hombres que toman niveles moderados, altos o muy altos de alcohol tenían menos riesgo de padecer enfermedad coronaria.

Muchos trabajos previos sugerían que el consumo moderado de alcohol, generalmente definido como una o dos copas por día, puede ser un hábito saludable, particularmente cuando se trata del riesgo de enfermedad cardíaca.

Pero los científicos advierten que la ingesta elevada de bebidas alcohólicas puede dañar los órganos y conducir a una muerte prematura.

ESTUDIO ESPAÑOL
La investigación española, publicada en British Medical Journal el jueves, evaluó el consumo de alcohol de 15.500 hombres y 26.000 mujeres de 29 a 69 años, quienes fueron consultados sobre cuánto habían bebido en el año anterior.

Luego de seguir a los pacientes por 10 años y registrar la cantidad de problemas coronarios que tenían, los investigadores señalaron que los resultados generales en los hombres mostraban que beber alcohol reducía un 30 por ciento en ellos el riesgo de enfermedad cardíaca y que el consumo elevado disminuía el peligro aún más que la ingesta moderada.

No se halló un efecto significativo en las mujeres.

Los autores advirtieron, no obstante, que según la Organización Mundial de la Salud (OMS) 76 millones de los 2.000 millones de personas que beben alcohol en el mundo padecen enfermedades como consecuencia de ese consumo y que las bebidas alcohólicas provocan casi 1,8 millones de muertes al año.

Robert Sutton, profesor de cirugía de la University of Liverpool, dijo que el estudio tenía "varias flaquezas" y que no debería tomarse en cuenta para sugerir que el consumo elevado de alcohol podría mejorar la salud.

"Este (...) estudio se basó en información dada por los mismos participantes, en la que los que bebían más dijeron que tenían menos enfermedad cardíaca, pero aquellos que toman más alcohol serían menos proclives a visitar al médico como para que les diagnostique enfermedad cardíaca", indicó Sutton en un comunicado.

Martin McKee, profesor de la Escuela de Higiene y Medicina Tropical de Londres, expresó que si bien hay evidencia de que el consumo moderado de bebidas alcohólicas puede ayudar a proteger contra los problemas de corazón, "la relación entre el alcohol y la enfermedad cardíaca es controvertida".

"Realmente, las personas no deberían ser alentadas a beber más como resultado de esta investigación", concluyó McKee.