Médicos mexicanos señalaron hoy a los padres como los culpables de que el país  ocupe el primer lugar mundial en obesidad infantil, problemática que se agrava en el país con la falta de formación deportiva.

"Los padres tenemos la culpa (de la obesidad), porque les estamos enseñando a comer mal a nuestros hijos", aseguró el especialista Manuel Mirabent, presidente del Colegio mexicano de obesidad y nutrición.

Cifras revisadas en el "Simposio obesidad nutrición y familia" celebrado este jueves en la capital mexicana, señalan que el 70 por ciento de los niños mexicanos tiene exceso de peso, y que este país ya desplazó a Estados Unidos del primer lugar mundial de niños con obesidad.

México ocupa el segundo lugar en obesidad en adultos con niveles que apuntan que el 46 por ciento de los mexicanos tienen exceso de peso y que la mitad de ellos no se cuida ni acude a un tratamiento de control.

Para Mirabent, los padres justifican con la entrega de comida el hecho de que durante la semana suelen dejar solos a sus hijos, con familiares o en guarderías, por la necesidad de trabajar.

"Trabajar no es criticable, lo que pasa es que los fines de semana (los padres) se van a un lugar de comida rápida, y le dan al niño lo que pide, de tal manera que justifican su ausencia a través de la comida", declaró Mirabent.

La problemática de obesidad aumentó en el país por las malas costumbres alimentarias y los malos hábitos que se transmiten a los niños en la familia mexicana, explicó.

Como ejemplo, Mirabent se refirió a la antigua y larga tradición mexicana de que los bebés deben comer una yema de huevo endulzada con azúcar para favorecer su salud y su crecimiento.

"¿Quién dice que endulcen la leche? Lo hace la madre porque a ella la acostumbraron a hacer esas cosas. ¿Quién dice que para comer ciertos platillos debe comer pan? Son costumbres y las estamos heredando", señaló.

Mirabent dijo que los niños mexicanos comen menos, pero consumen más alimentos "chatarra" además de que se suele emplear a los alimentos como un estímulo, positivo o negativo.

"Una bolsa de papitas (fritas) equivale a una comida completa", señaló el experto como ejemplo de la calidad de alimentos a la que pueden tener acceso los niños mexicanos.

La solución, expresó Mirabent, está en enseñar a los niños a tomar alimentos nutritivos que sean agradables a la vista y que tengan buen sabor.

"Las personas eligen alimentos agradables a la vista y al sabor, lo atractivo a la vista se come".
La mayoría de los mexicanos no tiene la cultura del deporte y muchos más llegan a escuelas deportivas cuando ya no puede enseñarse mucho y el problema de obesidad es delicado, explicó Nelson Vargas, ex ministro del deporte de México.

Vargas, experto en formación deportiva, también apuntó a los padres como los responsables de que los niños no tengan una cultura deportiva que les ayude a tener una mejor calidad de vida en el futuro.

La obesidad infantil en México ha alcanzado niveles de epidemia y las complicaciones en la salud pueden provocar una baja en la esperanza de vida de las nuevas generaciones, según los expertos.