Los cultivos de hoja de coca se incrementaron en un 5 % en 2011 en Perú, mientras que el tráfico de este producto y sus derivados aumentó su eficiencia y diversificó sus rutas de exportación, según un informe presentado en Lima.

Durante 2011 los cultivos peruanos de la hoja de coca alcanzaron las 62.500 hectáreas y se situaron solo por detrás de las 64.000 de Colombia, según el estudio "Monitoreo de Cultivos de Coca 2011".

Este informe, elaborado por la Comisión Nacional para el Desarrollo y Vida sin Drogas (Devida) y la Oficina de Naciones Unidas contra la Droga y el Delito para Perú y Ecuador (Unodc), advirtió el rápido crecimiento de estos cultivos en el territorio amazónico y fronterizo entre Perú y Brasil.

La superficie de cultivos de coca en Perú de 2011 supuso un incremento del 5 % respecto al año anterior, con una producción de 133.000 toneladas métricas de hoja de coca, de las que el 83 % son ilegales.

Sin embargo en Caballococha, en la región amazónica de Loreto, limítrofe con Brasil, la expansión fue casi del 100 % al pasar de 1.040 hectáreas en 2010 a las 2.070 de 2011.

"Los narcotraficantes requieren menos hojas de coca para producir más cocaína" y además la productividad nacional aumentó en una media de 3,5 toneladas métricas de hojas secas por hectárea cultivada, señaló el representante de Unodc en Perú, Flavio Mirella.

Mirella comentó que en la selva amazónica de Perú ya se imita a Colombia al tratar la hoja de coca sin esperar a que seque, "como se hace en el resto del país", porque su situación permite recibir insumos químicos de los otros países y sacar el producto rápidamente, sobre todo por vía marítima, pero también aérea".

Además avisó de un repunte por segundo año consecutivo de la pasta básica de coca hacia el sureste del territorio peruano en dirección a la regiones de Madre de Dios y Puno, limítrofes con Brasil y Bolivia, respectivamente.

Según el representante de Unodc, las plantaciones de coca en las zonas de los Valles de los Ríos Apurímac y Ene (VRAE) y el Alto Huallaga, que concentran el 50 % de la producción del país, apenas han crecido un 1 % cada una porque en parte algunos productores de estas zonas han emigrado a otros territorios.

En el VRAE se producen constantes enfrentamientos entre las fuerzas de seguridad y remanentes del grupo terrorista Sendero Luminoso que actúan en complicidad con los carteles del narcotráfico, según las autoridades peruanas.

Los inmigrantes del VRAE han pasado a la zona del Pichis y Pachitea, en la región de Ucayali, donde los cultivos de coca han aumentado un 275 % desde 2008 debido a que "muchos de los que cultivaban coca en el Alto Huallaga y Aguaytía han regresado a esta zona".

"Esto demuestra que ya no es un desafío exclusivo de los países productores sino también para los que esta mercancía transita en sus territorios mientras es tratada y para aquellos donde finalmente se consume la cocaína", expresó Mirella.

Sin embargo el informe no incluyó datos sobre la producción de cocaína porque, según se indicó, el Gobierno peruano está trabajando en la elaboración de un estudio más concreto sobre este tema, cuyas cifras se anunciarán en junio de 2013.

"Tanto para Colombia, Perú y Bolivia se establecerá la misma metodología propuesta por la ONU para medir la producción de cocaína en estos países, para poder compararlos entre ellos y hablar el mismo idioma", aseguró Mirella.

Aún así el ingeniero Humberto Chirinos, coordinador del programa de monitoreo, señaló que "probablemente Perú sea el primer país exportador de cocaína, pero no el mayor productor porque Colombia incauta el 50 % de lo que produce".

A este respecto la representante de Devida, Joanna Fischer, confió en que Perú no alcance ese rango gracias al incremento en los últimos meses de la erradicación de cultivos ilegales de hoja de coca, que en 2011 alcanzó las 10.300 hectáreas y que durante este año espera llegar a las 14.000 hectáreas.

La policía peruana antidrogas (Dirandro) incautó, además, el año pasado 13.975 toneladas métricas de pasta base de cocaína y 10.758 toneladas métricas de clorhidrato de cocaína.