La conferencia que esta semana aglutina a los presidentes centroamericanos que buscan apoyo financiero y político de la comunidad internacional para aplicar una estrategia de seguridad regional no ha estado exenta de acusaciones, falta de diplomacia y bromas.
Uno de los momentos más ásperos lo protagonizó la presidenta costarricense Laura Chinchilla, cuando dijo: "no estamos dispuestos a permitir flagrantes violaciones a la soberanía territorial de un Estado, como nos pasó recientemente bajo la excusa de la persecución de narcotráfico", en referencia al incidente en el cual autoridades nicaragüenses ingresaron a territorio costarricense en busca de presuntos narcotraficantes.
El presidente nicaragüense Daniel Ortega no respondió a la crítica hecha por Chinchilla.
Por su parte, el presidente de Colombia, Juan Manuel Santos, hizo que más de uno viera con sospecha a su vecino. "Yo les aseguro que aquí, en esta reunión, hay mucha gente que está a sueldo de los narcotraficantes y les está pasando informando en forma real", afirmó el mandatario.
El presidente mexicano Felipe Calderón, en tanto, se ganó la simpatía de algunos de los asistentes al decir que "si Centroamérica, el Caribe y México no estuvieran en la ruta de la cocaína, nuestra realidad sería muy distinta y nuestra vida sería mucho menos violenta, o ¿qué pasaría, por ejemplo, si hubiera un puerto en Estados Unidos y que allá finalmente llegara toda la cocaína que los americanos quieran consumir, si no pasara por aquí la cocaína que ahora es la ruta de la muerte?".
Al momento de realizar la foto oficial del evento, hubo risas y bromas entre los presidentes.
Calderón y Santos, apostaron por sus respectivas selecciones de fútbol de la categoría sub20 que se enfrentarán el próximo mes en Colombia. Calderón le dijo a Santos que si las selecciones de esos países se enfrentan, el que pierda tendrá que ir al país del ganador y llegar dos días antes a cualquier actividad que el otro convoque.
Chinchilla también se dio tiempo para bromear con su par de Honduras, Porfirio Lobo, a quien le hizo un gesto de rechazo a darle la mano porque la selección hondureña de fútbol le ganó a Costa Rica en tiros penales el sábado, en cotejo que definió el pase a la semifinal de la Copa Oro que se disputa en Estados Unidos.