Francotiradores de elite equipados con tecnología de última generación serán apostados en torno del centro de convenciones de Río de Janeiro, puesto en funciones ayer, donde se reunirá un centenar de mandatarios que participarán de la cumbre ecológica Río+20.

Los miembros de las Brigadas Especiales del Ejército llevarán fusiles con miras telescópicas conectadas a una central desde donde será monitoreado el predio Ríocentro donde tendrán lugar las reuniones plenarias de los mandatarios, explicó el general Adriano Pereira Junior, coordinador de seguridad del evento.

"Desde mi puesto de control yo podré ver las mismas imágenes que el tirador estará viendo desde su puesto de tiro, y si fuera necesario yo podré autorizar o no el tiro", explicó el general brasileño.

El martes la presidenta Dilma Rousseff y el secretario general de Río+20, el embajador chino Sha Zucang, encabezaron la ceremonia en que Ríocentro pasó a ser "territorio de la ONU", o sea un área bajo jurisdicción internacional cuya seguridad estará a cargo de la policía de esa organización multilateral.

A partir de ayer Ríocentro tiene "el mismo" status, que la sede de la ONU en Nueva York, según explicó Giancarlo Summa, vocero de la cumbre que comenzará a sesionar el 13 de junio.  

Sin embargo, en el predio de Río de Janeiro también habrá cerca de mil efectivos del Ejército brasileño y otros mil en los alrededores, explicó el general Pereira.