El Dalai Lama anunció hoy su intención de ceder el poder político a un líder "libremente elegido" por los tibetanos, cuando se cumple un nuevo aniversario de la fallida revuelta del Tíbet contra China hace 52 años.
En un comunicado de prensa que fue difundido a través de la página web del gobierno tibetano en el exilio, en la ciudad india de Dharamsala, el Dalai Lama aseveró que pedirá al Parlamento, que se reúne el próximo día 14, que haga los cambios a la Constitución.
Tenzin Gyatso (75), conocido internacionalmente por su título espiritual de Dalai Lama, tiene tanto el liderazgo religioso como el político de los tibetanos, para los que reclama una "autonomía genuina" dentro de China.
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En el anuncio, el dirigente tibetano rindió tributo tanto a los que lucharon en 1959 contra la represión china como a los que tomaron parte en las "manifestaciones no violentas" de hace tres años, en alusión a unos disturbios que dejaron a un centenar de personas fallecidas y devolvieron la causa del Tíbet a las portadas del mundo.
También aludió con admiración a la "notable lucha no-violenta por la libertad y la democracia" registrada en varios países norteafricanos, y confió en que "estos cambios inspiradores conduzcan a la libertad, la felicidad y la prosperidad genuinas de sus pueblos".
Tras lamentar que los tibetanos viven "en temor y ansiedad constantes" bajo el régimen chino, propuso que una delegación internacional visite el Tíbet y compruebe la realidad de su gente.
Al anunciar nuevamente su intención de retirarse, el Dalai Lama aseguró que no se siente "descorazonado" ni pretende "eludir responsabilidades", y que seguirá haciendo su "parte en la causa justa del Tíbet".
"Desde la década del 1960, he puesto énfasis en que los tibetanos necesitan un líder libremente elegido por el pueblo tibetano, a quien yo pueda delegar el poder. Ahora, claramente ha llegado el momento de poner esto en práctica", mantuvo.
Para ello, pedirá "formalmente" al Parlamento que enmiende la Carta de los tibetanos en el exilio para hacer posible su deseo de "transferir la autoridad" a un líder electo.
El Dalai Lama consideró, sin embargo, que los tibetanos han sido "capaces de implementar la democracia en el exilio", congregado en la India (unas 130.000 personas) bajo su liderazgo.
LIDER POLITICO Y ESPIRITUAL
No es la primera vez que el Dalai, aquejado de varios problemas de salud, anuncia su intención de retirarse de los asuntos políticos, aunque aún sigue viajando para reunirse con líderes internacionales. Es así como en febrero de 2010 se reunió con Barack Obama en Washington.
En todo momento, el Dalai Lama ha seguido las "demandas repetidas y encarecidas, tanto desde dentro como de fuera del Tíbet" para que no abandone el liderazgo político, y hoy dijo que esta cesión de poder beneficiará a los tibetanos "a largo plazo".
Lo cierto es que el componente teocrático del liderazgo del Dalai es esencial para los tibetanos, como también el reconocimiento mundial de su figura en más de medio siglo de exilio.
REACCIONES
A ello aludió el gabinete que encabeza el Dalai en un comunicado difundido también hoy, en el que expresó la "preocupación" que causa al pueblo tibetano la decisión de su líder de ceder el poder político y se sumó a las "súplicas" para que "no dé ese paso".
El gobierno recordó que el Dalai y el pueblo del Tíbet están "conectados íntimamente por un vínculo kármico puro" y que los tibetanos deben asegurar que "esta relación dura para siempre inalterada".
Tras mencionar la intervención prevista del Dalai ante el Parlamento el día 14, el gabinete observó que el futuro "dependerá de cómo los miembros del Parlamento formulen, inteligentemente, la legislación al respecto".
En una reacción inmediata, el portavoz del Ministerio chino de Exteriores Jiang Yu recordó que no es la primera vez que el Dalai anuncia su retirada y calificó su mensaje de hoy de "truco para engañar a la comunidad internacional".
Para el portavoz chino, el Dalai Lama es un "exiliado político bajo la tapadera de un religioso" y su gobierno una "organización política ilegal no reconocida por ningún país".