Damian Tomic, gerente general de la empresa Ciclo y responsable del nuevo proyecto ambiental que operará en la comuna de Til Til, asegura que el Centro Integral de Gestión de Residuos Industriales (Cigri), que estará a tres kilómetros de la localidad de Rungue, no es contaminante ni menos un relleno sanitario.
También adelanta que llegaría hasta la Corte Suprema con tal de ratificar la aprobación ambiental que obtuvo Cigri en diciembre pasado, pese al descontento en la comuna, lo que motivó al alcalde Nelson Orellana a buscar el fin del proyecto ante el comité de ministros.
¿Es culpa de las empresas que operan en Til Til el rechazo que hoy generan en la comunidad?
En los últimos 20 años, Til Til ha recibido un conjunto de empresas y de proyectos que han operado de manera deficiente, que han tenido poca consideración y compromiso con sus comunidades vecinas y, por lo tanto, poco impacto en lo que ha sido el desarrollo de esta comuna.
Ustedes han señalado que mantienen contacto con la comunidad. ¿Qué les han ofrecido?
El 7% de las utilidades de este proyecto, por un mínimo garantizado de 2.000 UF anuales, lo que hoy es un poco más de $ 50 millones. Todos los años se va a destinar un monto mínimo de $ 50 millones a la comunidad de Rungue. ¿A través de qué vehículo? Queremos que se constituya una corporación integrada y dirigida por los vecinos donde ellos, de la manera más participativa posible, definan en qué proyectos o servicios se gastarán los recursos.
¿Por qué crear esta corporación paralela y no tratar directamente con el municipio?
Porque creemos que los vecinos se pueden empoderar. Pueden ser ellos perfectamente los dueños de esa decisión; de la capacidad y los recursos para que esto se desarrolle.
El alcalde Orellana señaló que "bypasean al municipio" al negociar con las juntas de vecinos...
Desde el día uno hemos sido súper transparentes y derechos con la autoridad local municipal. Cuando tomamos la decisión de desarrollar este proyecto, estoy hablando de 2013 y principios de 2014, a la primera persona que le fuimos a contar fue al alcalde. Desde ese entonces ya teníamos, por ejemplo, la propuesta del Acuerdo de Asociatividad para compartir utilidades con la comunidad de Rungue.
En Pudahuel ya está Hidronor, un proyecto similar que en julio sufrió una explosión.
Hoy existe un único actor entre la Tercera y la Octava Región, que es Hidronor, el cual tiene una capacidad útil muy limitada, que genera la urgencia de que se desarrolle un nuevo proyecto que continúe la prestación de este servicio. Desde el punto de vista normativo, son dos países distintos los que regularon y rigieron la instalación de esa empresa y los que aprobaron nuestro proyecto.
¿Cómo reaccionan ante los intentos para frenar Cigri?
Es justo y legítimo el reclamo que está manifestando la comunidad de Til Til, porque hay una historia de 20 años de proyectos que generan impactos sin recibir nada a cambio. Creemos necesario que realmente se nivele hacia arriba, donde podemos ser una punta de lanza de ese cambio. También esperamos que el Estado se haga presente de forma más contundente en la comuna.
¿Qué harán si los ministros votan en contra?
Hay que seguir por la vía formal que existe. Lo que resuelva el comité de ministros es apelable a los tribunales ambientales. Después, eventualmente, eso puede evolucionar a los tribunales ordinarios de justicia, y en última instancia se zanjará en la Corte Suprema. Iremos de la misma manera a todas las instancias donde haya que respaldar la aprobación ambiental que obtuvimos.