Por infracción a la Ley de drogas al ser sorprendido infraganti en una transacción de cocaína, fue detenido y formalizado de cargos un funcionario de Carabineros de la ciudad de Temuco, el cual además fue dado de baja por la institución.
El imputado fue individualizado como el sargento, Andrés Arévalo Sepúlveda, de 41 años de edad y que tenía 22 años de servicio en la institución uniformada.
El prefecto de Cautín, coronel Carlos Avila, explicó que "se dispuso la expulsión del sargento segundo Andrés Arévalo Sepúlveda, de dotación de la Octava Comisaría, por existir antecedentes suficientes que permiten la adopción de tal medida".
Agregó que el ahora ex funcionario "quedó en prisión preventiva en dependencias de la Segunda Comisaría, pero absolutamente ajeno a todo lo que es la función policial", y que de todas formas se instruye un sumario administrativo "que es absolutamente independiente de la situación penal".
De acuerdo a los primeros antecedentes de la indagatoria que instruye el fiscal Marcelo Duque, el uniformado fue apresado por efectivos de la Policía de Investigaciones cuando realizaba una transacción de 9 gramos de cocaína, a un precio de 60 mil pesos.
Posteriormente, la policía civil se trasladó al domicilio del sujeto, donde fueron encontrados otros 230 gramos del alucinógeno, por lo que quedó detenido y la mañana de este jueves pasó a control de la detención y formalización de cargos por el delito de tráfico de drogas.
En el operativo también se detuvo a su comprador al momento en que fue detenido, a quien se identificó como Manuel Rojas Leal, quien fue formalizado por el delito de microtráfico y quedó con la medida cautelar de firma mensual ante la PDI.
El uniformado, en tanto, quedó en prisión preventiva, la que se llevará a cabo al interior de un cuarte policial de su institución. Además, se instruyó un plazo de seis meses para realizar la indagatoria total para, eventualmente, llegar a la instancia acusatoria.
El fiscal explicó que a una serie de antecedentes que se recopilaron, "se solicitó la interceptación de las comunicaciones telefónicas y se logró establecer el modus operandi y el lugar en que se iba a hacer la transacción, momento que advertido por los funcionarios de la PDI precisamente en momentos en que se hacía la transacción de drogas", no descartándose por ahora la participación de otros funcionarios.
Agregó que se encontraron diferente embases con una cantidad de unos tres gramos de cocaína cada uno, los que vendía en veinte mil pesos la unidad; y que el ser uniformado es una agravante ya que conocía de la forma de operar de la policía en el tema de drogas.