Dani Alves tiene mucho de excéntrico. Sus peinados, bailes y celebraciones, pero también lo directo que es frente a los micrófonos. Hoy lo demostró nuevamente, con una de las conferencias de prensa más elocuentes que se recuerdan en Cataluña. No se guardó nada. Disparó a los directivos del club, pero también se realizó una fuerte autocrítica cuando ya está confirmada su continuidad en el equipo de Luis Enrique.

Lo de esta mañana fue en parte con la intención de reivindicar su devoción al barcelonismo, pero también reconocer que está molesto con las altas esferas de la institución porque no se atrevieron a decirle que posiblemente no iba a tener sitio en el nuevo proyecto. "Tengo clarísimo que había dudas conmigo, por eso no me sirven las historias. Me gusta que vayan de frente, si creen que no sirvo, que lo digan. No somos niños", manifestó el lateral, desatado en cada respuesta.

El brasileño recordó que lleva "más de 300 partidos y muchos títulos" con el Barça para que se le trate como a uno más. "Me he ganado el derecho a que se me respete un poco más", subrayó.

En cualquier caso, su etapa como azulgrana aun no acaba. Una conversación con el nuevo técnico aseguró su presencia en la presente campaña. "Él me dijo que contaba conmigo y, si él cuenta conmigo, yo cuento con él. Es un placer trabajar con una persona como Luis", señalo, aclarando de paso que su contrato finaliza el 2016 y no al final de la temporada, como se viene diciendo. "Para mí este año es vital", expresó.

Nuevos bríos

Para el mundialista brasileño, es "evidente" que el Barça lleva "dos años malos" y él acepta su parte de responsabilidad: "Asumo que no estuve a la altura de la expectativas de estos dos años. Yo soy el que ha acostumbrado a la gente a disfrutar conmigo y estoy ilusionado de volver a ser el que fui". 

"Tengo mucha personalidad, y las críticas me motivan. Las pifias son como una inyección de adrenalina, un aviso de que algo estás haciendo mal y que hay que cambiar", aseguró.

Pero Alves está convencido que vienen mejores tiempos para los catalanes. El nuevo proyecto del Barcelona le recuerda al de hace siete temporadas, cuando empezó a forjarse el equipo multicampeón que dirigió Pep Guardiola. "Creo que hemos hecho unas incorporaciones buenísimas y que llegan con la misma ilusión con la que llegamos nosotros en 2008", opinó.

De entre los nuevos fichajes, destacó a Luis Suárez: "Es un grande, tiene sangre competitiva y es un placer tenerlo aquí. Necesitamos gente mala, porque sino la carga viene toda para mí, porque siempre me toca hacer de policia malo", comentó entre risas.

También quiso exculpar al técnico Gerardo Martino de lo sucedido en la última temporada, que terminó sin logros para el club. "La culpa no fue del 'Tata', fue nuestra, que no conseguimos hacer las cosas bien. Fue culpa nuestra lo que pasó", ha reiterado. ¿Los títulos? "No los merecíamos", fustigó. 

Y sobre el final, también hubo palabras para su compatriota Neymar; de respaldo, pero también advertencia. "Estuvo bien el año pasado, pero este año tiene que estar mejor, sino le van a caer palos. Esto es así", finalizó.