"Sin ser uno de los mejores ni el único, siento que he hecho un aporte a la preservación de la cueca chilena. He estimulado trabajos grupales, he participado en eventos que han puesto a la cueca en un pedestal más alto. De hecho, la Margot Loyola me apuntó con el dedo un día y me dijo: 'la cueca está viva por usted'". Con ese recuerdo, Daniel Muñoz define su aporte al baile nacional, en el que se anota doble militancia junto a su labor actoral y del que ya reporta más de una década de trayectoria.

Un recorrido que hoy se materializa con su proyecto más reciente, Daniel Muñoz & Los Marujos, con el que ya prepara un tercer álbum  y un show estelar el 23 de junio en el Teatro Oriente, donde estrenarán temas de su próximo título (entradas en Puntoticket).

"Eventos como éste nos están orientando: ¿nuestro trabajo tiene que estar enfocado en lo social? ¿Cuánto pesamos como estandartes en causas con contenido? ¿Estamos capacitados para llenar un Teatro Oriente? Estamos en el proceso de armar estatutos como banda", cuenta Muñoz, en un presente marcado por la inclusión del reconocido músico cubano Efrén Viera, parte de la versión de Inti-Illimani que encabezan los hermanos Coulón.

Sin embargo, el artista de 50 años no olvida su carrera como actor, y tras partir de Canal 13 en 2015, se integró a TVN, donde ha estado en las series Zamudio: perdidos en la noche y Por fin solos. Además, ya prepara una tercera apuesta, Casi un ángel, junto a Elisa Zulueta y Benjamín Vicuña, tal como en Por fin... . "Yo me sé organizar y, cuando firmo un contrato con un canal, pongo como condición que trabajo en un grupo de música", revela.

 La situación de TVN aún es complicada. ¿Se arrepiente de haber llegado al canal?

No, para nada. Hice tres proyectos que me dejaron conforme. Zamudio que fue un lujo. Necesitó más apoyo del canal, de los que tienen la responsabilidad de recibir el material y entregárselo a la gente. Después Por fin solos, que ahí sí que no recibimos apoyo, aunque nos descueramos haciéndola. Y no le fue para nada bien, le fue muy mal. Y lo otro fue Puro Chile, donde estuve con Los Marujos. Queda la serie Ramona, trabajada con Wood Producciones, de una calidad increíble, que ya se grabó y que esta en postproducción. Aún no hay fecha de estreno. Lo único que esperamos es que, cuando el canal la reciba, la ponga en un horario estelar, porque hay que reconocer que son pintados para recibir un producto nacional y ponerlo antes o después de Moisés.

Eso pasó con Por fin solos, que de emitirse los domingos y los lunes, se cambió a los sábados.

Mataron la serie desde un comienzo al ponerla en ese horario. Al situarla luego de Moisés, pensaron que el público que veía Moisés iba a ver Por fin solos, pero son espectadores distintos. La gente se desconectó. Es difícil que la audiencia pueda retomar un proyecto cuando se cambia la estrategia.

¿Es difícil consolidar una producción local ante el dominio de las productos internacionales?

Es que hay un negocio de por medio, no es sólo el hecho de que la gente quiera ver turcas u otras; al canal les sale barato tenerlas, no pierden gran cosa, y si la gente engancha porque son entretenidas, métale y métale de eso no más. Es televisión administrada por empresarios, que la ven como un negocio, por eso está como está.

Muchos actores de Canal 13 y TVN se fueron a Mega. ¿Se lo ofrecieron a usted? 

Si, me lo ofrecieron  y tengo hartos amigos en Mega. Pero tiene que ver con mis intereses personales. Trato de hacer proyectos en los que me gusta trabajar.

¿Qué le parece la inyección financiera del gobierno a TVN?

Si logran administrar bien esa plata y no aparecen los de siempre que se la embolsan, me parece bien. Porque ya las instituciones son el espacio menos confiable. La ambición de la gente es enorme, y no falta el que, aprovechando su poder, se embolsa una cantidad de plata y arruina un proyecto como el que debería ser el canal cultural de TVN.