De los nueve comandantes de la Dirección Nacional del Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN) que dirigió el destino de Nicaragua entre 1979 y 1990, sólo uno forma parte del actual gobierno del ex comandante y Presidente Daniel Ortega: Bayardo Arce, quien es asesor económico de la Presidencia. Del resto dos fallecieron, tres son críticos del gobierno y los otros dos “indiferentes”.
Pero desde que retomó las riendas del país centroamericano en 2007, Daniel Ortega no ha requerido ni convocado a sus antiguos camaradas de la lucha armada sandinista que derrocó a la dinastía de Somoza, sino que ha apelado a su propia familia para afirmarse en el poder. El ejemplo más vistoso y reciente es la designación de su esposa, Rosario Murillo, como candidata a la Vicepresidencia en las elecciones de noviembre. Murillo ya ostenta una enorme influencia como vocera de gobierno y coordinadora de ministros y alcaldes. En los próximos comicios, Ortega es amplio favorito para obtener su segunda reelección consecutiva.
Con esta designación, el gobernante sandinista confirmó que su real anhelo es que eventualmente en el futuro Murillo continúe con su saga, en una dinastía familiar que sus propios ex compañeros de armas han dicho que se asemeja a la de los Somoza, en un giro que a muchos les provoca asombro.
Además de Murillo, con quien Ortega sostiene que lleva adelante un “cogobierno”, nada menos que siete hijos de la pareja figuran en altos cargos del Estado nicaragüense.
Rafael Ortega, el mayor, controla junto a su esposa Yarida Leets la Distribuidora Nicaragüense de Petróleo, un organismo clave que administra las compras del crudo venezolano a precios rebajados en el marco del programa Petrocaribe.
Otro hijo de Ortega y Murillo que trabaja desde un alto puesto es Laureano, que desde 2009 maneja ProNicaragua, la entidad que negoció con el empresario chino Wang Ying la construcción del Canal de Nicaragua. El proyecto contempla una inversión de US$ 40 mil millones, pero nadie puede asegurar que sea construido de aquí a 2025. Laureano es todo un personaje en Nicaragua y es conocido por sus relojes de marca y trajes finos. Además es tenor, con una activa participación en la ópera local.
“El Frente Sandinista ha sido convertido por Ortega en un grupo de poder familia regido, sin ningún contrapeso, por él y su esposa”, afirmó a La Tercera el ex comandante sandinista Luis Carrión, uno de los nueve miembros de la histórica Dirección Nacional del FSLN. “Ni el Frente Sandinista ni el Estado tienen instituciones. Todo se subordina a la voluntad de la familia gobernante. El nombramiento de Rosario Murillo como ‘candidata’ a la Vicepresidencia solamente hace explícito lo que desde hace tiempo es una realidad”, agregó Carrión, quien fue ministro de Industria y Comercio en los 80 y ahora es consultor.
Pero hay más hijos de Daniel Ortega en importantes puestos. Es el caso de Maurice, quien junto a sus hermanos Daniel Edmundo y Carlos Enrique controlan tres canales privados de televisión (4,9 y 13), además del Canal 6, que es público. La familia Ortega también maneja la Nueva Radio Ya, Radio Nicaragua y Radio Sandino.
Y para que todo quede en familia, en 2010 Maurice se casó con Blanca Javiera Díaz, hija del jefe de Seguridad Pública y subdirector de la Policía Nacional, Francisco Díaz. Hoy, Díaz ocupa la Dirección de la Policía de Managua.
A su vez, Juan Carlos Ortega Murillo, otro de los hijos de la pareja presidencial, controla el Canal 8, que fue comprado en 2009 por más de US$ 10 millones de fondos venezolanos, según la prensa nicaragüense. Juan Carlos es dueño de la productora audiovosial Difuso, estudió cine en Costa Rica y no hace tanto Paramount Pictures le asignó un trabajo en la película Drunk Wedding que terminó en un fiasco.
A su vez, las hermanas Luciana y Camila son asesoras presidenciales. Pero no todo es política, en la familia Ortega también hay glamour. Esto, porque Camila es modelo de pasarela y en 2012 organizó la primera edición de Nicaragua Diseña 2014.
Varios de los hijos de Daniel Ortega suelen acompañar a sus padres en los viajes y visitas oficiales. Quien no posee ningún cargo es Zoilamérica Narváez Murillo, la hijastra de Ortega que en su momento lo acusó de supuestos abusos sexuales y que hoy reside “exiliada” en Costa Rica. “En Nicaragua reina la ilegitimidad”, ha dicho.
“Es una dictadura dinástica familiar que se basa en el control total de las instituciones” planteó a La Tercera, Dora María Téllez, otra ex comandante sandinista y ex compañera de armas de Ortega, de quien tomó distancia en los 90.