Casi se ahoga con el té caliente cuando le preguntan por su pololo, el tenista Fernando González. Daniela Castillo responde sin poder tragar y haciendo un gesto con el pulgar hacia arriba ante la pregunta "¿cómo va su romance con Fernando?". Dice que "me he dedicado a lo mío", ante la consulta de si ha aprendido a jugar tenis. Y finalmente se molesta y contesta "¡no me preguntes de eso!", ante la interrogante si hay planes matrimoniales con el deportista. Porque la cantante de 24 años; animadora de La ley de la selva, en Mega y pareja hace seis meses del medallista olímpico reconoce, con un pantalón de lycra a lo Jennifer López, el pelo negro y los ojos verdes, que "soy bastante pudorosa".

Por eso la ex niña bonita del programa Rojo ha manejado su affaire en extremo bajo perfil y su manera de enfrentar el acoso de la prensa rosa es ni siquiera tomarla en cuenta. "Para mí nunca ha sido tema la exposición, porque yo me dedico mucho a lo mío. No me gusta andar figurando por otras cosas y trato de hacer mi vida", explica. "No hay fórmula, tienes que cuidarte, es difícil pero hay que cuidarse", asegura con ese mismo cuidado con que empezó a escribir canciones. Por primera vez en su vida. Y lo hace ahora, cuando prepara el tercer disco de su carrera, que incluirá tres temas de su autoría.

"Nunca me había atrevido y ahora sí. Porque es difícil interpretar una canción con lo que uno quiere decir, porque en el fondo te desnudas un poco frente a la gente, estás hablando de tu vida, tiene mucho de uno. Era difícil abrir esa puerta, pero cuando la abres es imposible cerrarla", afirma.

VOLVERÉ
Volveré es una de las composiciones que ya tiene lista, pero la primera que está segura de editar en el álbum. La escribió en México, donde vivió con su ex marido, el modelo Matías Novoa. De esa estada  regresó hace un año. Luego se separó. Y Castillo adelanta que la canción "habla del querer volver, de la nostalgia. Son vivencias importantes a las que también le pones su cuota de ficción, pero que de esencia tienen todo lo de uno".

El otro ya seleccionado para el disco "es el infaltable tema de amor". Aunque la joven asegura que no tiene dedicatoria, "porque cuando hablas de amor es súper subjetivo. De repente le puedes escribir a tu pareja o a la persona que te gusta, o se la puedes dedicar a una amiga, un amigo, a tu papá o a tu hijo, porque el amor es muy amplio. Cuando hablas de un quiebre o desamor es más de pareja".

CANTANDO Y ABRAZANDO LEONES
Ha sido un año intenso para Castillo. Debutó tomando arañas pollito y cucarachas y abrazando tigres y leones blancos, como animadora en La ley de la selva. Dejó un matrimonio atrás y se enamoró de González. Y como Castillo confiesa que "el canto es mi vida", en julio decidió concretar la grabación de una tercera producción. Justo estaba con esa idea cuando la llamaron de la editora Westwood Entertainment México, un gigante de la entretención que ha trabajado con grupos desde Camila a Sin Bandera y que produce discos.

"Querían hacer algo nuevo con una persona joven, y un chileno al que conocí cuando estuve en el DF me hizo la propuesta... Este disco no lo estoy haciendo con un sello. Ellos te graban el álbum con los mejores productores, porque a ellos los sellos les piden propuestas", afirma la cantante.

En total serán 10 composiciones. La anfitriona de La ley de la selva debe viajar a grabar pero aún no se han definido fechas ni detalles. Lo único que sí tiene claro Castillo es que en este disco se revela: "Ahora voy a cantar con mucho más sentimiento... Antes tenía más pudor de expresarme en la interpretación. Ahora ya no. Arriba del escenario lo doy todo".