La recomendación médica es clara: no dar alimentos sólidos a los bebés antes de los seis meses . Papillas de verduras y jugos de fruta quedan fuera de las opciones cuando la leche materna (o de fórmula) es la única vía de nutrición aceptada. Pese a eso, un estudio del Centro para el Control de las Enfermedades (CDC) en EE.UU. dice que el 40,4% de las madres da a sus hijos alimentos sólidos incluso antes de cumplir cuatro meses.

El estudio encuestó a 1.334 madres, de las cuales 9% reconoció que ya desde los dos meses habían hecho estos cambios en la dieta de sus hijos.

Cria Perrine, epidemióloga del CDC, y quien participó del estudio, dice a La Tercera que el 89% de las madres estudiadas argumentó que su bebé tenía edad suficiente para comenzar a comer. El 71% dijo que su bebé parecía hambriento gran parte del tiempo y 65%, que quería darle algo más que leche.

El problema es que estos cambios alimenticios pueden ser perjudiciales para la salud futura del niño, afirma Perrine. Por una parte, dice, se asocian con una menor duración de la lactancia materna, lo que significa que muchos niños se perderán los beneficiosos de ésta. "Pero, además, la Academia Americana de Pediatría indica que la mayoría de los bebés menores de cuatro meses no tienen fuerza en el cuello y el torso para sentarse y levantar la cabeza para poder comer alimentos de forma segura", dice. Eso aumenta el riesgo de asfixia.

Riesgo de obesidad

Que los bebés ingieran alimentos antes de tiempo también puede provocar cambios metabólicos en su organismo que los predispongan a futuro a tener resistencia a la insulina u obesidad. Así lo revela un estudio de la U. de Buffalo, que establece que la ingesta temprana de hidratos de carbono o azúcares en los bebés eleva la secreción de insulina y causa programación metabólica.

Kelley Scanlon, autora principal del estudio, dice a La Tercera que aunque su investigación no examinó la asociación entre introducción temprana de sólidos con obesidad en la adultez, afirma que hay estudios que así lo plantean. Scanlon menciona un estudio del Hospital Infantil de Boston, que mostró mayor riesgo de obesidad en los menores alimentados con una mezcla de leche de fórmula y alimentos sólidos.

Francisco Moraga, past president de la Sociedad Chilena de Pediatría, dice que en Chile se recomienda la lactancia materna exclusiva hasta los seis meses de edad.

A partir de ahí se pueden incorporar jugos de fruta naturales y papillas de verduras, además de leche materna. "Antes de los cuatro meses el tubo digestivo no está preparado para jugos de frutas o papillas. Además, puede haber proteínas extrañas en esos alimentos que los bebés podrían no tolerar adecuadamente, favoreciendo las alergias".