El martes de la semana pasada, David Bravo, director del Centro de Encuestas y Estudios Longitudinales (Ceel) de la Universidad Católica, recibió una buena noticia para él y su equipo de trabajo. El ministerio de Desarrollo Social (MDS) le adjudicó a la institución que encabeza la realización de la Encuesta de Caracterización Socioeconómica Nacional (Casen) 2017, sondeo que históricamente estuvo a cargo de la Universidad de Chile, casa de estudios que el propio Bravo dejó en 2013 -tras 18 años- para regresar a su alma mater. "Hoy tenemos un curriculum institucional mucho más rico. En las bases de la licitación de la Casen este es un tema que pesa mucho, evidentemente eso hizo la diferencia", dice Bravo, que lidera en la PUC un centro que agrupa a más de una veintena de académicos y expertos que tendrán a cargo la medición de este año.
¿Qué hito marca para la Universidad Católica ganar la licitación de la Encuesta Casen?
Casen ha sido tradicionalmente la encuesta más importante en Chile, tanto por su magnitud, como por la temática que aborda que ha sido siempre transversal a todas las preocupaciones de nuestra realidad social: temas de pobreza, inclusión social, desigualdad, políticas sociales, etc. Estar a cargo de la realización del sondeo respalda el trabajo del equipo que hay detrás.
¿Qué factor gatilló que ganaran la licitación? En 2015 también disputaron la licitación con la U. de Chile...
Partimos como centro de estudios en 2014 y en 2015 como institución no teníamos experiencia en encuestas de gran escala, sí como equipo. Hoy, dos años después, tenemos un curriculum institucional mucho más rico. En las bases de la licitación de la Casen este es un tema que pesa mucho, evidentemente eso hizo la diferencia. Además, nosotros presentamos una propuesta bien sólida, ajustada a los términos de referencia, ajustada al presupuesto de referencia y nuestra propuesta técnica fue adecuada e innovadora. Así lo indica la calificación que tuvimos.
¿Qué le plantearon al Ministerio de Desarrollo Social?
Enfatizamos mucho en la necesidad de hacer innovaciones dentro de la encuesta. Casen es de las encuestas más importantes que se realizan en Chile y se sigue haciendo en papel. Planteamos varias innovaciones que van de la mano con las tecnologías, es muy importante recoger la información con dispositivos electrónicos porque el papel condiciona y genera, además, que el proceso demore más tiempo e incluye errores. El encuestador llega con papel y lápiz a la casa seleccionada, luego esa información se digitaliza y eso genera un proceso largo. Todos esos aspectos se acortan significativamente si uno tiene estos dispositivos electrónicos.
¿La incorporación de nuevas tecnologías cuando se definirá?
La encuesta antes de ser aplicada tiene una prueba de campo. En esa oportunidad vamos a realizar un piloto para el cambio de la modalidad, vamos a tener un cuestionario en dispositivos electrónicos y otro en papel. Aún no hemos tenido la primera reunión con el MDS, pronto se definirán las fechas, porque la encuesta Casen tiene un cronograma muy acotado.
¿Cuál es la mayor complejidad en la realización de este sondeo?
Esta encuesta se ha hecho tradicionalmente entre noviembre y enero. Por lo tanto, el número de encuestas que hay que aplicar en un periodo muy corto es, tal vez, lo más desafiante. El tamaño del cuestionario ha ido creciendo y también está la importancia que ha ido adquiriendo la encuesta, por su incidencia en las políticas públicas y sociales, eso también es un gran desafío.
Este año el panel de expertos decidió mantener el cuestionario de 2015, cuando se modificaron algunas dimensiones, ¿esos cambios complejizan la comparabilidad del sondeo?
Siempre está la tensión entre ir mejorando el instrumento y la necesidad de que sea comparable. Acá las decisiones sobre el cuestionario las toma el MDS, y para eso tiene un panel de expertos. En Chile afortunadamente a partir de un consenso se estableció que teníamos que poner un estándar más alto, fundamentalmente en relación a la incorporación de otras dimensiones. Exactamente qué es lo que va a venir en el cuestionario nuevo no lo sabemos. Nosotros como ejecutores de la encuesta vamos a conocer el cuestionario cuando el Ministerio lo presente.
¿Está de acuerdo con los cambios de 2015 y la incorporación de una nueva dimensión de entorno y redes?
En Chile vamos a ir subiendo nuestros estándares, y por lo tanto, vamos a tener que ir incorporando nuevas dimensiones que parezcan relevantes, lo importante es asegurar la comparabilidad del instrumento. Por supuesto el MDS va a tener que ponderar hasta dónde puede crecer el cuestionario y probablemente va a tener que eliminar algunas preguntas si quiere incorporar otras sustantivamente después. Casen es un instrumento crucial para el país y tiene que asegurarse su comparabilidad.
Si la encuesta ha aumentado su tamaño, ¿no sería recomendable aumentar el periodo en el que se ejecuta en terreno?
Esa es una materia que tiene que discutir el panel de expertos, que es independiente. La comparabilidad es lo más importante y por razones de calendario, la encuesta no puede pasar de enero, porque en febrero se encuentra a muy poca gente. La discusión está súper abierta.
¿El equipo del Ceel tiene experiencia en la realización de este tipo de sondeos?
Sí, varios de nosotros. Estoy muy contento con el equipo que hemos formado, tenemos expertos de diferentes áreas. Acá hay economistas, sociólogos, psicólogos, estadísticos, es un equipo interdisciplinario que marca la forma en cómo abordamos los temas. Uno de los principales cambios que hubo al moverme de la U. de Chile fue que acá pudimos desarrollar este proyecto de una manera interdisciplinaria mucho más fuerte y de manera integrada. Eso nos acerca a la realidad, porque la realidad no se mira con un solo prisma.