Consultado sobre estos casos, el ex presidente de la Comisión Asesora en Pensiones, David Bravo, no duda al ratificar la propuesta N° 58 del informe entregado en 2015 al Ejecutivo, donde enfatizaron la necesidad de migrar hacia un sistema previsional único para todos los chilenos.
¿Debió incluirse un sistema único en la reforma que hoy trabaja el Ejecutivo?
Se pudo haber armado una mesa de trabajo y hoy podríamos haber tenido el prospecto de una reforma y trabajarla técnicamente. Pero la política es reactiva y en la medida que se generan escándalos aumenta la posibilidad de cambios. Uno esperaría que el gobierno planteara al menos su visión en esta materia, y que dejara establecido el mecanismo por el cual iniciar un proceso de debate sobre los regímenes de las FF.AA. No hacer nada al respecto me da la impresión que se puede leer como avalar una situación que es insostenible.
¿Siguen alguna lógica los beneficios excepcionales de las FF.AA.?
Es evidente que Dipreca y Capredena pueden tener estas normas excepcionales porque su funcionamiento es público, ya que cerca del 90% de esos beneficios se financia con recursos fiscales, que incluso es más que lo que aporta al pilar solidario. Esta posibilidad de que la gente que ya sale con beneficios excepcionales además pueda ser recontratada es posible porque el costo primero no cae sobre ellos como cotizantes, y tampoco sobre las instituciones que recontratan, que no están pagando. Es decir, pueden tener una muy buena política de recursos humanos a costa del erario fiscal. Los incentivos están muy mal puestos.
¿Debe haber una redistribución fiscal en pensiones?
El costo de no tomar medidas es lo que dejamos de recibir, por ejemplo, para el sistema de pensiones solidario. Hoy Capredena y Dipreca absorben una cantidad de recursos muy similar a la del pilar solidario. Eso quiere decir que si no tuviéramos la mochila de ese régimen especial de FF.AA. -que está desfinanciado- podríamos destinar el doble de recursos al sistema del resto de los chilenos. Los cambios del sistema de pensiones son lentos, y por tanto es fundamental ver cuántos fondos adicionales tendríamos para el pilar y una forma es pensar en cuánto se pueden liberar en el futuro a través de mayor disciplina fiscal y un tratamiento más uniforme para todos los pensionados. Mientras más nos demoremos, más tardarán los recursos, mientras se mantiene un sistema que es injusto, aunque sea legal.