El diseñador español David Delfín, que se hizo famoso en el 2002 con una colección en la que las modelos llevaban la cabeza cubierta y sogas en el cuello, tiene la vista puesta en Estados Unidos, un país con el que comparte el interés por lo nuevo.
"Me encanta el mercado estadounidense, están siempre deseando descubrir algo nuevo", dijo el modisto, que presentó esta semana una muestra de su obra en Washington en una instalación con víideo, fotografías y maniquíes con sus diseños.
Según el sitio ABC.es, esta exhibición se enmarca dentro del encuentro "Preview Spain Arts&Culture 2009", que anualmente organiza la Fundación Spain-USA con el objetivo de mostrar aspectos de la cultura española al mundo, según explica el modisto.
EXHIBICION
La exhibición en la Galería Corcoran incluía imágenes de algunos de los impactantes diseños con los que el modisto, original de la localidad malagueña de Ronda, ha saltado a la fama.
Entre ellos estaba una fotografía de una modelo con un tatuaje sobre uno de sus pechos desnudos, la cabeza cubierta y una soga al cuello y otra de una niña con unos profundos ojos azules y un aire mortecino subrayado por un vestido blanco con hormigas.
"Es una niña casi muerta", comentó Sarah Schall, una fiscal estadounidense que trabaja en casos de abusos sexuales y quien se confesó "perturbada" por la exposición, que describió, aun así, como "muy interesante".
Su foto favorita fue la de una modelo desnuda de cintura para arriba, con una camisa transparente que le cubría la cabeza y que proyectaba los contrastes típicos de la obra de Delfín.
"Es una especie de monja sexual, una mujer con manos de hombre, una mezcla entre el conservadurismo y el mundo de la alta costura", concluyó Schall.
DEMASIADO VANGUARDISTA
No todos los asistentes compartían, de todos modos, el amor por la obra de Delfín.
"No me inspira, sinceramente", dijo Samuel Gomero Ramer, un abogado de Washington, quien dijo que la instalación con maniquíes masculinos de trapo tumbados como sin vida sobre cajas le recordaba a un "ataque terrorista".
"Es muy fácil generar desasosiego", señaló Gomero, quien pese a no ser "fan" de Delfín reconoció que su estilo podría tener éxito en ciudades vanguardistas como Nueva York y San Francisco.
NYFW
Delfín reconoce que su estilo ha levantado más de una polémica, pero insiste en que su intención no es desatar escándalos.
"Me llama la atención que en el siglo XXI nos escandalicemos por cosas que no son tan graves", señaló, a lo que añadió que lo que le interesa es "crear imágenes abiertas a lecturas e interpretaciones".
Luego de esta experiencia artística en Washington, Delfín viajará a la Gran Manzana para afinar los detalles de su próximo desfile en la Semana de la Moda de Nueva York.
Recientemente el diseñador español declaró a ABC.es, que la idea es barajar fechas y localizar el emplazamiento del desfile. Además adelantó algunos detalles de su nueva colección llamada "Playback", la cual propondrá una nueva y arriesgada apuesta por el color.
Y es que el modisto estaba demasiado inmerso en colecciones oscuras, por lo que ahora prefiere incluir colores en sus prendas. Según el diseñador el verde, que es su color preferido tendrá un especial protagonismo en su nueva línea, en tanto, el azul marino vendrá a reemplazar al negro.
POLEMICO DISEÑADOR
El artista y diseñador, que planea volver a enseñar sus provocadoras colecciones en septiembre en New York Fashion Week, celebra el que cierto sector del público estadounidense esté abierto a sus creaciones.
"En España hay muchas veces que llamas a una tienda y te dicen, no me interesa, no me suena de nada. Aquí, sin embargo, quieren ser los primeros en descubrir algo y eso me parece maravilloso", afirmó.
Dijo sentirse, en ese sentido, muy estadounidense, al mencionar que la curiosidad insaciable es un rasgo distintivo de su carácter.
"Me gustaría no perder nunca la curiosidad ni la inquietud. Me da mucho miedo la quietud, dejar de desear", afirmó.
Lamentó, por lo demás, que los españoles, él incluido, sean "un poco acomplejados".
"Siempre pensamos que lo que viene de fuera es mejor y eso a pesar de que tenemos una imagen superpotente en el exterior", subrayó el artista de 39 años.
WASHINGTON
Indicó, por lo demás, haberse enamorado de Washington, y es que, pese a su espíritu rompedor, Delfín es un amante de las corbatas y las camisas con muchos botones.
"Me encanta la estética de Washington. Me encantan las corbatas, todo el ritual de abotonar una camisa. No sabría decir por qué, pero bueno, tampoco hay que buscar el por qué a todo", bromeó.
El modisto, un joven delgado de pelo corto e imagen informal, que refuerza con aros de distintos tamaños en ambas orejas, aseguró que su fuente de inspiración son las emociones.
"Todo lo que toca mi vida, acaba tocando mi trabajo. Están íntimamente ligados", explicó.
Su obra, como la de todo artista, sigue evolucionando, lo que le ha llevado a incluir materiales sintéticos que aborrecía al principio de su carrera.
Aun así, hay algo que no ha cambiado: "Sigo teniendo la curiosidad, el deseo y la inquietud del primer día", concluyó.