Entre 1986 y 1990, el fotógrado estadounidense David Hlynsky comenzó a viajar en varias oportunidades hacia países de la órbita soviética. Con su cámara Hasselblad tomó cerca de ocho mil fotografías de la Europa Comunista. Su idea era no era capturar eventos noticiosos o dramáticos, sino que las personas en las calles. Fue así como terminó sacando fotos de las vitrinas de la Europa comunista. En una conversación con La Tercera, Hlynsky cuenta de su libro Window-Shopping Through the Iron Curtain (Vitrineando a través de la Cortina de Hierro) que sale a la venta en marzo.

¿Por qué comenzó a tomar fotos de las vitrinas?

La cámara es una invención extraña. En el mismo microsegundo, graba lo que vemos y lo que no vemos. Durante mis viajes a Este y el Centro de Europa, llevé una cámara y de forma compulsiva tomé fotos de todo lo que me parecía interesante, pintoresco o extraño. Estas escenas eran interesantes debido a la desconexión entre mi experiencia cultural nativa y mi experiencia de una nueva y diferente cultura. Capturé lo que me intrigaba. Pero después de mis viajes comencé a ver cosas en mis fotos que no vi al comienzo. Están las vitrinas en si mismas o más bien eran rarezas banales de estas ventanas. Primero me pregunté, por qué estas vitrinas representaban tanto lo que "vi" como lo que "no vi". La cámara nos permite estudiar nuestras impresiones, extender nuestra experiencia por el tiempo que queramos darle vuelta. Así que después de llevar mi experiencia fotográfica a casa, descubrí una de las diferencias fundamentales entre dos filosofías políticas: el libre mercado y el mercado colectivo. Estas fotos me hicieron contemplar las virtudes y las fallas de ambas filosofías. Y nada es más intrigante que un debate que no ha sido resuelto. Así es que volví una y otra vez para responder el rompecabezas que mi cámara me había mostrado.

¿Qué trataba de mostrar?

Estaba tratando de mostrar que todas las personas necesitan fundamentalmente las mismas cosas, los mismos productos, servicios, comida, ropa, refugio, educación, conectividad, cultura, ¿Las necesidades de los humanos deberían ser nuestra responsabilidad compartida o una jerarquía de lujos racionados? Cada sistema económico dice que tiene una eficiencia diferente al distribuir los mismos bienes y servicios. Parece ridículo que tanto el Este y Occidente gastó tanto en arsenales nucleares para sostener visiones competitivas sobre el mercado.

Usted creció en Estados Unidos, ¿Qué pensó de la vida en el Este?

Cuando viajé al Este, estaba gratamente sorprendido de que la gente que conocí era muy parecida a la gente que conocí en Occidente. Claro, teníamos diferencias, pero no estábamos polarizados como nuestros líderes políticos decían. Me comencé a preguntar cuánto de esta batalla política era una fabricación. Creo que es importante mantener esto como una pregunta abierta.

Usted ha dicho que a través de las vitrinas era posible entender la realidad de la economía ¿Cuál es su impresión de las que fotografió?

Creo que el "Estado" (en ambos lados de la Guerra Fría) intenta controlar la economía. Las leyes comerciales y las regulaciones bancarias establecen los parámetros de una supuesta economía que opera fácilmente. Los malos manejos o los cambios abruptos en la estrategia (leyes, regulaciones de comercio, banca) pueden causar sufrimiento en la población. Pero la mayoría de las políticas económicas están escritas para servir a aquellos que ya tienen poder, que quieren preservarlo y expandirlo lo más posible. El mercado capitalista está basado en estas dinámicas pero también la economía feudal, la economía totalitaria y el mercado negro. La gente común hizo lo que necesitaba hacer o se atrevió a hacer. Es lo mismo con los pobres en Occidente. Pero el poderoso en todos los sistemas escribe sus propias leyes y ponela balanza a su favor. La economía del Bloque del Este en la víspera de su colapso era una mezcla de todas las oportunidades, conservadora, liberal, legal y criminal. Pero es mejor si se entiende como una situación. Una ideología que ya no convencía a su gente de su valor.