Con una agenda que buscar ir más allá de entregar sólo directrices y pasar a ser agentes catalizadores en la salud, David Nabarro, candidato de Gran Bretaña para asumir el puesto de director general de la Organización Mundial de la Salud (OMS) y que ha trabajado en cercanía con el secretario general de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), Ban Ki-moon, hoy es uno de los tres finalistas para tomar el cargo en julio. En entrevista con La Tercera, analiza la situación sanitaria en Chile y el mundo.

¿Cuál es el panorama actual de la la salud mundial?

Existen tres principales desafíos, en primer lugar están las amenazas de brotes infecciosos que han significado un desafío para todo el mundo y han mostrado la importancia de tener una fuerte organización de salud para tratar con ellos. El segundo desafío es el aumento de las enfermedades no transmisibles como la diabetes, el cáncer y las patologías mentales, algunas de las que están asociadas al estilo de vida, como por ejemplo, al tabaquismo. Mientras que el tercer desafío está en cómo enfentar estas enfermedades y darle acceso a salud a cada persona, particularmente a las de escasos recursos.

En el país existe un importante aumento de casos por enfermedades crónicas. ¿Cómo se puede acercar la importancia de esta problemática a la gente?

El Ministerio de Salud considera este problema pero para resolverlo tiene que estudiar los estilos de vida que tiene la gente, y para eso debe hacer dos cosas: trabajar con las personas para entender los peligros a la salud, y trabajar con otras partes del gobierno para buscar soluciones. Por ejemplo, en Chile la obesidad infantil es un problema más serio que en otros países del mundo, por lo que es un desafío inmediato.

Desde el año pasado que en Chile rige la Ley de Etiquetados, que busca prevenir el consumo de alimentos altos en contenidos críticos. ¿Qué le parece esta medida?

El desafío es ayudar a los padres a entender que si sus hijos padecen de sobrepeso u obesidad entonces sus esperanzas de vida se acortarán. Muchos no entienden cuan serio es este problema ni lo importante que es reducir la obesidad. Es por esto que el trabajo que está haciendo el Ministerio de Salud con el etiquetado y la educación en estas materias es el comienzo, pero debe convertirse en una prioridad nacional que los niños no consuman alimentos altos en nutrientes criticos, no sólo del gobierno, sino que también de la sociedad.

¿Cómo deben trabajar los países en conjunto para enfrentar estos problemas?

La obesidad es un problema para la comunidad sanitaria mundial y eso significa que necesitamos dos acercamientos: el primero es que en el país mismo estén todos enfocados en el problema y en encontrar formas para poder enfrentarlo, es decir tanto el gobierno, como las personas, las organizaciones civiles, etc. Mientras que en segundo lugar, hay que entender que ningún país ha encontrado la solución perfecta. Por lo que es una excelente idea que los países trabajen en conjunto y con organizaciones de salud para crear espacios en que se puedan focalizar en soluciones en educación, en poner impuestos en alimentos críticos, o en crear políticas de alimentación.

¿Cómo ve la situación de la salud mental? En Chile se ha convertido en un tema de discusión en los últimos años.

La salud mental con frecuencia se invisibiliza. Hoy sabemos que, por ejemplo, los jóvenes se vuelven depresivos y ansiosos y por eso tenemos que poner atención, lo mismo con las mujeres que sufren depresión post parto, y otras personas que necesitan tratamientos. Sabemos también que muchas enfermedades mentales tienen relación a cambios químicos en el cerebro por eso es necesario tener la capacidad para diagnosticarlas y darles la importancia necesaria en la sociedad y no estigmatizarlas.

En otro tema, hay un alza en la oposición a la vacunación, en Chile incluso han bajado las coberturas. ¿Cómo cree que se debe abordar esta situación?

En salud pública hay una palabra que es muy importante y es la confianza. Los desafíos que tenemos en esta área a veces son porque no ponemos énfasis suficiente en explicar el propósito de ciertas prácticas y es ahí cuando se desarrolla la sospecha. Siempre habrá personas que tendrán nervios o una actitud vacilante respecto a ciertos medicamentos o frente a las vacunas, y siempre habrá casos donde la gente reaccionará con actividades para prevenir estas prácticas y por eso nuestro trabajo es entender esas vacilaciones.

Si asume el cargo de director general ¿cuáles serán las prioridades en su agenda de trabajo?

La OMS es la única organización que elabora estándares para la salud y por eso es efectivo trabajar en asociaciones con gobiernos, sociedades civiles y científicos para adoptar estos estándares. Es importante que se convierta en un catalizador para acciones potentes en la salud mundial y en el enfrentamiento a los desafíos. También me enfocaré no sólo en ciencias biológicas o sociales sino que en trabajos colaborativos y en ampliar los puestos para mujeres y para latinos. Ese será el nuevo acercamiento que tendremos.