Tiene la aprobación de la suegra: "Es encantadora la chica. Aparte de bonita, porque es preciosa, es una linda persona, súper madura, tranquila, acompañadora y quiere mucho a mi hijo. Y eso es lo que uno quiere como mamá", asegura la madre de Nicolás Massú, Sonia Fried, sobre Dayane Mello, la brasileña de 20 años que conquistó al tenista. "Nicolás está muy feliz, como nunca", agrega Fried sobre la joven que cumplió nueve meses de relación con el deportista y se ha convertido en su pareja más estable. En la mujer que él lleva, por primera vez, a los campeonatos internacionales. Es la maniquí que la madrugada de ayer rezó y lloró en la Medialuna de Rancagua, mientras el medallista olímpico peleaba punto por punto la Copa Davis.
Luego de publicitados pero fugaces romances -con Denisse Campos, en 1999, o la sueca Marie Caroline Fare, en 2004-, Massú conoció a Mello justo en la época en que "quería cambiar un poco su estilo de vida, salir menos, menos fiestas, establecerse un poco más", como asegura uno de sus amigos. A fines de 2008 se topó con esta modelo conocida por sus poses sensuales en desfiles y avisos. En diciembre comenzaron la relación. En enero fueron fotografiados en la playa El Cementerio, de Reñaca, abrazados, tomados de la mano. Además, esta vez el tenista decidió formalizar rápidamente.
Y la joven encontró a un novio "y también a una familia", aseguran cercanos a la brasileña que vivió la separación de sus padres cuando era una niña en Río do Sul, un pueblo hacia el interior, a dos horas de Florianápolis, donde se crió. Tras la separación, ella se fue a vivir con el papá y su abuela. A los 16 ganó un concurso de belleza. Y un año después, el chileno Raimundo Correa, director de la agencia ID Models, la descubrió mirando candidatas para las pasarelas chilenas en Camboriú y se la trajo a Santiago.
"Dayane encontró en nosotros una familia. Para ella soy como su mamá", dice Sonia Fried sobre la rápida cercanía que Mello logró con los Massú. A diferencia de otras mujeres que han estado a su lado, la maniquí se tomó con relajo el acoso de la prensa rosa. No habla del tenista y no explota la relación. Siempre aparece más preocupada de su pareja que de los flashes, y eso también tranquilizó al triunfador de Rancagua, que al mes de relación ya le hacía una fiesta de cumpleaños con todos los Massú y en el invierno se la llevó con él a su gira europea.
La pareja arrendó un departamento en Milán. Y mientras él jugaba, ella trabajaba de maniquí. "Dayane llegó a ganar cerca de 70 mil dólares", cuentan en ID Models. Estuvieron cuatro meses juntos en Europa. "Es la primera vez que Nicolás viaja con polola. Normalmente él no pololeaba", confirma Fried. El jugador también conoció en Brasil a la familia de su novia. Y luego el hermano menor de Mello, de 15 años, vino a Santiago a ver las opciones para integrarse a una escuela de fútbol. Un nuevo paso de confianza en el affaire.