Una reunión de más de tres horas sostuvieron ayer los integrantes del consejo nacional de la Democracia Cristiana.

La cita de la que es considerada una de las principales instancias de resolución interna tenía como principal objetivo abordar un tema que genera una fuerte preocupación en la colectividad: la participación de militantes de la falange en el movimiento Fuerza Pública, referente fundado por el ex candidato presidencial independiente Andrés Velasco.

Tras un largo proceso de deliberación en el consejo -que finalizó cerca de las 20.00-, la dirigencia de la DC decidió convocarlos a una reunión con la mesa que lidera Ignacio Walker, encuentro en el que se definirá el futuro tanto en el referente de Velasco como en la falange.

"Sin perjuicio de las facultades disciplinarias del tribunal supremo, como un aspecto del estado democrático de derecho que rige la vida interna de nuestro partido, el consejo nacional acuerda facultar a la mesa nacional para invitar a conversar en los próximos días a los militantes que participan de Fuerza Pública, con el objeto de precisar y definir su participación en dicho movimiento político en relación a su militancia democratacristiana", se lee en una declaración emitida una vez que finalizó la reunión.

En ese texto se agrega que "la mesa nacional informará del resultado de esta conversación en la próxima sesión del consejo nacional del 29 de diciembre".

Entre otras figuras, en Fuerza Pública cumplen roles la ex ministra Mariana Aylwin y el ex candidato a diputado Sebastián Sichel. Y la participación de ellos en ese movimiento inquieta a la DC por dos motivos: la postura crítica que ha asumido el ex abanderado en contra del gobierno de Michelle Bachelet y del proceso de reformas; y la presencia de militantes de la DC en un movimiento que sirve como principal sustento para quien podría volver a disputar una elección.

En este contexto fue que un grupo de militantes de la Juventud DC presentó la semana pasada un requerimiento ante el tribunal supremo del partido, solicitando la expulsión de estos militantes, que superan la veintena.

Sin embargo, en la dirigencia de la falange admiten la complejidad de que el caso escale hasta una decisión de ese tipo, sobre todo si se considera el impacto que implicaría la renuncia o expulsión de la DC de la hija del ex presidente Patricio Aylwin. Esto, además de la fuga de otros militantes.

Así, la alternativa de una solución con menores repercusiones había sido estudiada por la directiva desde hace algunos días. De hecho, durante la jornada de ayer Walker ya se manifestaba en esa línea, señalando que el conflicto debía solucionarse "a través de la conversación fraterna, amistosa". En el mismo sentido, el secretario nacional, Víctor Maldonado, dijo durante la mañana que "esto no es un problema disciplinario, es un problema de convivencia".

Sin embargo, en la mesa sostienen que en el encuentro con los militantes de Fuerza Pública se les pedirá una definición clara sobre su militancia, lo que implica -dicen- que deben comprometerse a terminar con su participación en el movimiento de Velasco, exigencia que podría reflotar las tensiones.

Durante la reunión del consejo nacional, varios integrantes repasaron episodios de "indisciplina" interna, recordando casos como el del apoyo de Gabriel Silber y Christian Vittori a Bachelet, en desmedro de la carta DC para las primarias de la Nueva Mayoría: Claudio Orrego; junto a la expulsión de Adolfo Zaldívar por votar en contra de nuevos recursos para el Transantiago en 2007. En la DC admiten que esa sanción constituye un "error histórico" de la colectividad.