Un dossier con todos sus antecedentes personales, académicos, laborales y comerciales. Eso fue lo que les pidió el hoy subsecretario del Interior, Mahmud Aleuy, a cada uno de los candidatos a convertirse en gobernador provincial de Michelle Bachelet.
Durante el fin de semana, Aleuy, junto al titular de la cartera, Rodrigo Peñailillo, trabajaron a toda máquina en la confección del listado de 54 nombres. Si bien el plan inicial del entonces futuro gobierno era anunciar las nuevas autoridades al menos una semana antes de la asunción del mando, el proceso de revisión de los antecedentes obligó a postergar tal definición. Tanto así que la nómina, si bien sería difundida el día lunes, es decir, un día antes del traspaso del poder, terminó siendo pública la madrugada del mismo 11 de marzo.
De hecho, a las 00.39 horas del martes, es decir, un par de horas antes de la ceremonia, el entonces gobierno electo hizo público el listado.
Así las cosas, es poco el tiempo que tuvieron las nuevas autoridades para prepararse antes de asumir sus nuevas funciones, pues mientras Bachelet era investida, las diferentes intendencias realizaban pequeñas ceremonias de asunción de intendentes, gobernadores y consejeros regionales (cores).
Con todo, las decisiones respecto de los hombres y mujeres que asumirán los gobiernos regionales abrieron ciertas dudas en los partidos, respecto del equilibrio y balance partidario en la representación provincial.
No obstante ello, se impuso una lógica que se repitió en la designación de los intendentes: la DC tomó ventaja respecto del resto de los partidos del conglomerado oficialista entre las autoridades recientemente designadas.
De los 54 gobernadores nominados, 18 pertenecen a la Democracia Cristiana, siendo el partido que concentra un mayor número de habitantes, en cuanto a gobiernos provinciales (ver infografía). En la colectividad valoraron la presencia DC, pero la alegría no fue completa.
"Siempre nos hubiera gustado que en lugares donde hay mucha presencia de votación democratacristiana también hubiésemos estado, como es costumbre uno no puede estar en todas las partes que quiere, pero creo que la DC tiene que sentirse bien representada en términos generales", dijo ayer Víctor Maldonado, secretario nacional del partido.
En el PPD hubo una sensación similar. "Hubiésemos querido que se hubiera escuchado nuestra voz en Antofagasta y Magallanes, pero bueno, lo que importa es el proceso institucional", dijo ayer el secretario general del PPD, Gonzalo Navarrete.
Otro que optó por no cuestionar las nominaciones fue el presidente del PS, Osvaldo Andrade. "Como hemos recibido todas las nominaciones, nosotros respaldamos las decisiones de la Presidenta, sin matices", señaló.
Pese a estas bienaventuranzas, hubo tibios y aislados reparos a algunas designaciones ayer en la Nueva Mayoría. Por ejemplo, un grupo de militantes del PS distribuyó una carta rechazando la designación del gobernador de Antofagasta, Hernán Vargas, a quien acusan de recibir pensión como víctima de violaciones a los DD.HH., sin tener tal condición. Vargas ha rechazado públicamente dichos cuestionamientos, defendiendo su calidad de víctima.
En algunos sectores de la DC, en tanto, repararon en la designación de Andrea Murillo, en Arica, quien es cercana al ex alcalde Waldo Sankán, quien enfrentó procesos por presuntas defraudaciones en el Municipio de Arica.