Las empresas públicas no son un buen negocio para el gobierno de Evo Morales que alentado por una bonanza económica creo 14 fábricas de las cuales sólo tres operan, según el estudio de una organización privada.
Desde 2006 el gobierno invirtió 287 millones de dólares "para crear empresas sin previo estudio de mercado" con 251 empleos pero "sólo funcionan una planta de lácteos, otra fábrica de cartones y una comercializadora de almendras", dijo el jueves el investigador Iván Arias en un estudio impulsado por la privada Fundación Milenio, habitualmente crítica con el gobierno.
Las otras no están en producción, entre ellas una planta para la industrialización de coca en infusiones y alimentos, y otras operan por debajo de su capacidad.
Según Arias 51% del presupuesto público es destinado a las empresas estatales, a mayor parte se llevan las grandes que no están consignadas en el estudio como la petrolera estatal (YPFB), la Empresa Nacional de Electricidad, la Corporación Minera de Bolivia y una fundidora, las que según el gobierno son rentables, sobre todo YPFB y la minera que son la columna de la economía.
El ascenso de Morales en 2006 coincidió con una racha de buenos precios del gas y los minerales, los principales productos de exportación, que permitieron a Bolivia acumular más US$11.000 millones en reservas internacionales. Pero recientemente el FMI aconsejó al gobierno frenar el gasto corriente.
El gasto corriente en bienes y servicios trepó de 198 millones de bolivianos (US$28 millones) en 2006 a 3.544 millones de bolivianos (US$509 millones) según las previsiones para 2012. El ministro de Economía Luis Arce justificó el incremento argumentando que el gobierno "está consolidando un modelo económico en cual el Estado tiene mayor participación".
Morales demandó un manejo eficiente de las empresas públicas. "Nuestra economía está cambiando pero si fracasamos en la administración de nuestras empresas, los neoliberales justificarán la privatización", dijo el miércoles durante una concentración en el sur del país.
El mandatario imprimió una orientación nacionalista tras dos décadas de economía liberal en la que gran parte de las empresas estatales fueron privatizadas con la esperanza de crear empleo y elevar el crecimiento, pero la economía tuvo un modesto crecimiento de 3,1% en promedio entre 2001 y 2005.
Bajo el gobierno de Morales el crecimiento promedio fue de 4,5% entre 2006 y 2010, pero expertos dicen que es bajo para los buenos precios de las materias primas en los últimos años. El mandatario nacionalizó los hidrocarburos, una telefónica y generadoras eléctricas.
Bolivia sigue siendo el país más pobre de Sudamérica entre otras razones porque "no aprendemos de los errores pasados", comentó Arias.