"Para nosotros es como haber ganado el torneo". De esta forma, Ramón Tribulietx, técnico del Auckland City mostró su alegría luego de vencer a Cruz Azul en lanzamientos penales y quedarse con el tercer lugar del Mundial de Clubes.

Una verdadera hazaña. Esto porque el equipo oceánico carece de futbolistas profesionales en su plantilla. De hecho, los jugadores de los "Navy Blues" se dedican a otras labores ajenas al deporte.

Por ejemplo: Tamati Williams, golero suplente, es estudiante de Zoología y ex modelo; Ivan Vicelich, el capitán, tiene una tienda de artículos deportivos; Mario Bilen, defensa, trabaja en la construcción; Takuya Iwata, defensa, maneja un camión; Jacob Spoonley, arquero titular, es abogado; Cam Lindsay, delantero, tiene una cervecería; Darren White, volante, es empresario; Takuya Iwata, defensa, dirige una escuela de fútbol para niños y Ryan De Vries, volante, refacciona autos importados. En tanto, Ángel Berlanga, Tim Payne y John Irving entrenan en un colegio y Marko Dordevic y Fabrizio Tavano están cesantes.

La particular conformación de este plantel hace más interesante el último logro del conjunto de Nueva Zelanda, que en el torneo planetario disputó cuatro partidos: venció a Moghreb Tétouan, ES Sétif, cayó por penales ante San Lorenzo y se impuso sobre Cruz Azul.