Hace tres semanas que Los Fabulosos Cadillacs se reúnen cinco horas diarias en una sala de ensayo ubicada en la intersección de las calles Washington y Crisoldo Larralde, en Buenos Aires, para preparar el show que los traerá de vuelta a Santiago el 15 de mayo, en el Movistar Arena.
En medio de su dinámica diaria de ensayos, la banda se dio un tiempo, hace algunos días, para conversar con La Tercera y hablar de su concierto y de las historias que los han unido estos 30 años sobre el escenario. El que más tarda en llegar a la entrevista es Vicentico, y por mientras el resto de la agrupación come uvas, galletas y maní, todo parte de su saludable catering. Como con 20 minutos de retraso, el cantante llega saludando y pidiendo perdón por la demora. Viste un short sport negro y una polera, o remera, como ellos la llaman, del mismo color, pero antes de comenzar la entrevista se pone la misma camisa a cuadros, en tonos azules y verdes, que luego de su paso por el último Festival de Viña del Mar lo hizo acreedor de varios memes en las redes sociales. Aquellos apuntaban a que llegó a Chile con ella puesta, luego dio la conferencia de prensa vistiendo la misma, y se subió a la Quinta Vergara nuevamente con la prenda.
Y aunque de apariencia es un hombre muy introvertido, es Vicentico el más locuaz al hablar del concierto aniversario que también los llevará a México a fin de año. "Cumplir 30 años no es nuestra motivación personal para reunirnos en un show. Lo de los 30 años es lo que se cuenta, pero nuestra verdadera motivación es divertirnos. Cada concierto que hemos dado en nuestra historia fue de una gran intensidad y nunca fue a menos. Siempre vamos a más, nunca a menos", aclara con convencimiento. Escuchando atentamente lo que afirma su compañero, Flavio Cianciarulo, conocido como Sr. Flavio, agrega: "Treinta años es un número más. La gente nos pregunta si volveremos a juntarnos y yo digo 'cómo volver a juntarse', nosotros estamos juntos. Tocar seguido y no seguido es lo mismo. La banda está y nunca nos separamos. Dejamos de tocar un tiempo, y ese tiempo podía ser un año, dos años, y fueron seis, pero en verdad no nos separamos".
Comentan que a la fecha no saben muy bien cuánto tiempo estarán sobre el escenario del Movistar Arena, pero aseguran que será una gran fiesta, que mínimo serán dos horas y que además de interpretar las contagiosas y conocidas canciones que los convirtieron en una agrupación referente en Latinoamérica, mostrarán temas nuevos. "Habrá uno o dos estrenos de canciones, sumadas al repertorio que queremos tocar y compartir con la gente", adelanta Sr Flavio, y Sergio Rotman, el saxofonista, suma otra novedad al afirmar que "en el concierto tocaremos canciones que por ahí hace 20 años no tocamos. Para nosotros mismos, rescatar ese repertorio y tocar canciones tan antiguas produce una tensión linda".
Y lo nuevo, tal vez, va más allá del concierto de los 30 años, y así lo dan a entender las palabras de Sr. Flavio: "El hecho de estrenar temas inéditos abre como una ventana hacia las ganas que tenemos de hacer un nuevo material. Hay temas e ideas nuevas".
LOS INICIOS
A la hora de hablar de sus comienzos como banda se confunden un poco, porque dicen no tener muy claro en qué momento exacto partió todo, pero Vicentico lo resume aseverando que "estábamos probando otro modo de hacer los momentos alternativos de nuestras vidas. Buscábamos un modo de pasar el rato inventando un grupo entre todos, y haciendo canciones. Eso nos llevó a hacer cualquier cosa".
Tampoco pueden definir, con exactitud, el momento en que pasaron de ser una banda argentina más a una banda de exportación. Según la visión de Rotman, ellos han sido "una banda piola y una banda no piola. Hemos pasado a ser una banda hit, y luego hemos vuelto a ser una banda piola. Nuestro camino, por suerte, ha estado lleno de momentos de algarabía y felicidad, pero también de momentos complicados. No complicados en el aspecto de estar mal nosotros, pero sí por esa carrera que por ahí uno siempre supone va a ser ascendente, no lo es. Ha sido en diferentes etapas de la banda". Sin embargo, para Vicentico, la canción Matador marca un antes y un después irrefutable.
De su relación con Chile tienen miles de recuerdos porque hasta el terremoto de 2010 lo pasaron acá. "El grito de los chilenos cuando salimos a tocar siempre es increíble. Algo ocurre con el público chileno. La primera vez nos asustó, pero de la mejor forma que se pueda entender asustar. En Chile hemos pasado por todas y eso está bueno", reflexiona Sr. Flavio.