Hay una cafetería en Punta Arenas –uno de los clásicos de la ciudad–; se llama La Chocolatta. En sus muros hay una serie de fotografías en blanco y negro, parte de la historia de colonos europeos en la Patagonia chilena. Entre imágenes de obras de teatro, hay algunas de jóvenes con atuendo deportivo, con bicicletas y antiguas carpas, debajo de las imágenes se lee `excursión a las Torres del Paine´. Es probable que las imágenes correspondan a los años 30, o antes. ¿Cuesta imaginar el entusiasmo de los expedicionarios con tan básico equipamiento? La verdad es que no, y sólo se confirma que este lado del mundo, uno de sus confines, es tan magnético, tan atractivo, como sólo puede ser la perfección de la naturaleza.

Magallanes, sus pastos, sus vientos, su soledad, sus sombras; todo lo que allí hay es único, y al vivirlo, simplemente no sorprende el interés turístico que provoca. Unicamente durante el último año llegaron a la zona cerca de 331.231 visitantes (Fuente: Sernatur), de todo el mundo. Patagonia, la chilena y la Argentina, es hoy, y no es un secreto para nadie, uno de los destinos más demandados.

Barcos, hoteles, hostales, hoteles boutique, pensiones, deporte aventura, spa, cada uno de los conceptos que se pueden explotar del turismo y de un lugar, allí son hoy un negocio total.

Punta Arenas tiene en la actualidad un casino, y sólo Puerto Natales reúne una amplísima oferta de hoteles cinco estrellas y boutique, inaugurados durante los últimos 10 años. Es precisamente en estas dos ciudades de la región donde una cadena hotelera, propiedad de la familia Lecaros Menéndez, emblemática de la zona, lleva más de 50 años explorando e invirtiendo en turismo.

El Hotel Cabo de Hornos de Punta Arenas, frente a la plaza de la ciudad, es el primero en su categoría. El arquitecto Pedro Kovacevic junto al equipo de Enrique Concha se hicieron cargo de renovar su interiorismo, dando aires más contemporáneos a este clásico, fundamental en cualquier fotografía de la ciudad. El edificio, construido en los 50, tenía dimensiones fantásticas, principalmente la espacialidad del lobby; entonces el lujo fue aprovechar su proporción y su altura. Se reubicó la entrada y se cubrió todo, desde el lobby a los comedores, de una sola piel: porcelanato. "Buscamos cierta limpieza de elementos para recordar que estamos en el fin del mundo, rescatamos las dimensiones del espacio del antiguo hotel y se lograron ambientes cálidos y actuales", explica Enrique Concha.

Por su parte, el Costa Australis en Puerto Natales, es otro hito del turismo al fin del mundo. Inaugurado a comienzos de los 90, en la costanera de la ciudad mirando a lo lejos al macizo de Las Torres, en enero de 2009 se incendió y tuvo que ser remodelado. En ambas oportunidades estuvieron también las oficinas de Enrique Concha y de Pedro Kovacevic a cargo. "En este caso, y debido a que los dueños conocen mejor que nadie la zona y al cliente al que están apuntando, el fin fue cumplir las expectativas de un pasajero muy tranquilo, mayor, que llega cansado y necesita ser bien recibido. Descansar desde que pone un pie en el lobby. En el Costa Australis todo mira hacia las inmensidades de la Patagonia, la ubicación es notable", comenta Concha. El espíritu del interiorismo se consiguió a través de tonalidades tenues y pátinas; similares a las que se ven en los techos o muros de cualquier construcción magallánica. "No existe una identidad del 'mueble patagónico'; lo que se encuentra son estancias antiguas, muy europeas, y esa pátina descascarada que está en todas partes, árboles e interiores de la Patagonia".

HOTEL EXPERTISE

La oficina de Enrique Concha cuenta con una basta trayectoria en el rubro hotelero, contando 8 barcos, 53 hoteles (que van desde San Pedro de Atacama, pasando por Buenos Aires y Andorra). Para este año, entre los más de 20 proyectos en los que la oficina trabajará se cuenta el encargo de la cadena Orient Express –considerada una de las más importantes a nivel mundial en el rubro de la hotelería de lujo–, para quienes proyectan en Cuzco y Machu Picchu. También están en carpeta un hotel spa en Máncora y un nuevo hotel, esta vez boutique, en Patagonia.