El intento por cruzar las fronteras de la confección de moda y adentrarse en los metros cuadrados del arte es una ambición que los grandes diseñadores tienden a abrazar. Y, en ese espacio, la colaboración entre diseñadores de ropa y diseñadores de accesorios y joyas es cada día más fértil. Los accesorios han crecido en importancia en la presentación de las colecciones en la pasarela, y su venta representa grandes ganancias para las casas de moda.
La inspiración ha ganado terreno, sin consideración alguna con criterios como lo útil o la comodidad. Hoy, el oversize se consolida como un fin en sí mismo, un gran medio expresivo para dar rienda suelta a las imágenes gigantes que construyen los accesorios que la llevan. Accesorios más cercanos a la escultura que a la joyería.
Incómodos pero bellos brazaletes, enormes anillos que podrían matar al enemigo con filosas puntas, y desproporcionados collares son cada vez más frecuentes entre las consumidoras. Una de las creadoras que marcan la pauta de esta corriente escultórica oversize y cuyo nombre resuena con fuerza es la griega Maria Mastori. Grecia está de moda en la moda hace rato y Mastori es una de las responsables.
Salió al mundo a través de Hellenic Fashion Week, la semana de la moda griega que es referente de blogueros indie, y no tanto. Desde 2005 trabaja con Filep Motwary, diseñador chipriota avecindado en Atenas, y juntos han armado una de las duplas más notables de esta neo era en la colaboración modaaccesorios. Más en www.myspace.com/mariamastori