Mucho más que un espacio para vender, en estos cinco años la Feria Ch.ACO asumió el desafío de educar a un público local no habituado a invertir en arte, y que prefiere la pintura antes que los objetos experimentales. "Nuestra vocación es que el público se sienta más cómodo con el arte más rupturista y que aprenda cómo funciona el mercado del arte. Queremos una feria influyente y a la vez masiva", dice Elodie Fulton, directora de la feria de arte que abre hoy en la Estación Mapocho.
Entre las novedades de este año se cuentan los Pop_Up Spaces, espacios no comerciales y vanguardistas elegidos por los curadores Ian Cofré y Florencia San Martín, y la exhibición de tres colecciones privadas que han sido formadas a partir de Ch.ACO: la de la empresa Vodka Finlandia, la librería Nacional y FAVA, del Consejo para la Transparencia. Como complemento habrá charlas dictadas por especialistas como Vivian Pfeiffer, vicepresidenta de Christie's Americas de Nueva York; Bridget Brown, consultora de arte del Reino Unido; Pablo León de la Barra, curador de arte latinoamericano del Guggenheim, y el artista Iván Navarro.
El interés, eso sí, sigue estando en las 30 galerías comerciales, chilenas y extranjeras, que cada año ofrecen lo mejor de sus artistas. Destacan nuevas apuestas, como la de la galerista Isabel Croxatto, que tiene obras entre los US$ 500 y US$ 20 mil, y que se inclina por el arte objetual, con los collages de Claudia Peña y del mexicano Armando de la Garza, quien trabaja con aves disecadas.
Si de arte cinético se trata, la parada es en la galería La Sala, que incluye obras del argentino Julio Le Parc y de la recién fallecida artista nacional Matilde Pérez, hasta jóvenes que incursionan en el movimiento, como Gonzalo Sánchez, que exhibe esculturas que cambian de color. Las obras van desde los $ 800 mil.
La fotografía se toma el evento, con obras de Tomás Munita, en la galería Prima, de hasta $ 3 millones. Además, fotos de Paz Errázuriz en galería AFA; del cubano Ernesto Fernández, intervenidas con luces, en CO galería, y de Alfredo Jaar en galería Patricia Ready, que alcanzan los US$ 50 mil.
Aunque es el formato preferido del público, este año hay pintura en pocas dosis, destacando las escenas de guerra de Mariana Najmanovich en Metales Pesados Visual y los grandes cuadros de José Pedro Godoy en galería Yael Rosenblut. También hay piezas en cerámica de jóvenes artistas como Francisca Valdivieso y Sofía Donovan, en las galerías XS y AyC. Mientras que Die Ecke sigue apostando por los materiales no tradicionales, como el espejo de carbón de Alejandra Prieto y el Laboratorio rojo de vidrio fundido, de Mario Navarro. Hasta $ 4 millones.
Un lugar especial tienen este año los artistas consagrados: en el stand de Artespacio hay obras de Gracia Barrios, Ximena Cristi y el óleo Blue eggs of the rain (1951), de Roberto Matta, traído desde Chicago y que será una de las joyas del evento.
Mientras que la propuesta lúdica la trae galería Local, quienes instalaron literalmente un pedazo de playa en la feria: allí elaborarán esculturas de arena con forma de obras icónicas del arte, desde el urinario de Duchamp hasta el perro de Jeff Koons.