Jorge Sampaoli pretendía concentrar a la Selección en Europa. El casildense quería juntar a la Roja antes del inicio de la Copa América en un lugar que le permitiera aislarla de la presión ambiental y alejar a los futbolistas de eventuales tentaciones, que en Santiago estarían mucho más a la mano.
La abultada agenda de compromisos de los seleccionados obligó al técnico a cambiar de planes. Varias de las principales figuras del equipo, como Arturo Vidal, Claudio Bravo y Alexis Sánchez ni siquiera alcanzarán a estar en el inicio de la última fase de la preparación. Los dos primeros podrían estar involucrados en la final de la Champions League, además de las Copas del Rey y de Italia. Mientras, el tocopillano estará preparándose para la final de la Copa FA, el 30 de mayo, en la que Arsenal se medirá con Aston Villa. Además, el último fin de semana de este mes finaliza la Serie A, en la que están involucrados, además de Vidal, Matías Fernández, Gary Medel, David Pizarro, Carlos Carmona y Mauricio Pinilla. Diez días antes, Angelo Henríquez disputará la final de la Copa de Croacia con el Dínamo Zagreb.
Sampaoli se resigna. "Llevarlos a Europa y volverlos a traer era un inconveniente. Lo mejor era traerlos para acá. Uno esperaba contar con los jugadores por más tiempo, pero nos tenemos que adecuar a eso", dijo en la conferencia del viernes.
En Chile encontró una alternativa que lo convenció: el Monasterio Celeste. El reducto cuenta con todas las condiciones que requiere el acondicionamiento que se realizará entre el 24 de mayo y el 1 de junio. Después, el grupo volverá a Juan Pinto Durán, donde esperará el debut ante Ecuador, el 11 de junio en el Estadio Nacional.
Considerable ahorro
La alternativa resulta, notoriamente más conveniente. El operativo en el Viejo Continente contemplaba una inversión de US$ 1 millón. La mitad sería financiada por la Conmebol y la otra,con un amistoso.
Los rancagüinos, quienes durante la Copa América recibirán en el Monasterio a Venezuela, habían fijado como tarifa estándar US$ 1 mil diarios por cada miembro de una selección visitante para un servicio que incluiría todas las atenciones.
Sin embargo, a la Roja le costará bastante menos: apenas US$ 200 por persona. Es decir, una semana para una delegación de 40 personas alojadas en el lugar más otras 20 que lo ocuparían parcialmente, costará cerca de US$ 110 mil (66 millones de pesos), el 11 por ciento del gasto original. La ANFP llevará parte de la alimentación y del personal. El contrato se firmará hoy.
El ahorro no implica una merma en la comodidad. En las 15 hectáreas ubicadas en el sector Las Mercedes, de Requinoa, la Roja contará con siete canchas de pasto y una sintética iluminada. Además, dispondrá de un gimasio equipado con máquinas de última tecnología, vestuarios, sauna y oficinas para el cuerpo técnico. También hay una pequeña clínica y un espacio para desarrollar las conferencias con los medios de comunicación.
El equipo se alojará en un hotel que tiene capacidad para 35 personas. Las habitaciones son dobles y cuentan con televisores. También existe un amplio casino. Además, está disponible la Casa del Jugador Joven, con capacidad para 10 personas más. Los sparrings dormirán en Rancagua, pero irán diariamente a petición de Sampaoli.
Las instalaciones fueron aprobadas por el preparador físico, Jorge Desio. Una de las solicitudes que planteó el cuerpo técnico de la Selección fue la optimización de las canchas.
El aspecto que más preocupa es la privacidad. Se implementarían anillos de seguridad a tres cuadras del complejo para filtrar el ingreso de personas. Habrá resguardo durante todo el día. Sampaoli, obsesivo por ocultar los detalles de sus entrenamientos, también pidió levantar mallas que impidan ver las prácticas. El Monasterio Rojo debe transformarse en una fortaleza.