El debate del Senado estadounidense sobre una reforma al sistema de salud tropezó ayer, luego que los republicanos bloquearon las votaciones de las primeras enmiendas, en tanto los demócratas frustrados consideran nuevas medidas de procedimiento.

En el tercer día de un duro debate, los demócratas amenazaron con mantener el Senado en sesión durante las festividades navideñas si era necesario para aprobar el proyecto de ley de reforma que el Presidente estadounidense, Barack Obama, ha convertido en su máxima prioridad nacional.

Los republicanos rechazaron acordar al momento de las votaciones de las dos primeras enmiendas.

Una de ellas era un plan demócrata para facilitar el acceso a exámenes de salud preventiva para las mujeres, y la otra un intento republicano por restablecer más de US$400 mil millones en reducciones del Medicare, el programa de salud gubernamental para ancianos y discapacitados.

Tras una sesión de estrategia convocada rápidamente, los demócratas acusaron a los republicanos de intentar estancar la discusión del proyecto y dijeron que considerarían presentar mociones para eliminar el debate o sacar las enmiendas republicanas.

"A menos que los líderes republicanos presenten un acercamiento razonable a estas enmiendas, pienso que nuestra paciencia se está agotando", dijo Dick Durbin, el segundo demócrata a cargo en el Senado.

"No les vamos a permitir que prolonguen este proyecto hasta el próximo año", declaró a periodistas. "Ellos quieren demorar esto con la esperanza de que nuestro deseo de ir a casa en Navidad signifique que dejaremos de lado la reforma a la salud", agregó.

Los demócratas se apegaron a su compromiso de aprobar la ley antes de fines de año. "Si tenemos que estar aquí en Navidad, estaremos aquí en Navidad", dijo el senador demócrata Tom Harkin.

Los republicanos dijeron que las preocupaciones sobre los planes de modernizar el sistema de salud de 2,5 billones de dólares -un sexto del total de la economía de Estados Unidos- deben ser difundidas en público. El lento ritmo del debate es una tradición del Senado, afirman.

"La gente espera tener el derecho de influir", dijo el senador republicano Lamar Alexander a periodistas. "El Senado es un lugar donde nosotros generalmente tenemos un debate ilimitado, generalmente con enmiendas ilimitadas, así que recién estamos comenzando con este proyecto", agregó.

Los republicanos han prometido bloquear o demorar el proyecto de ley, y un colaborador de los legisladores republicanos dijo que el debate debería extenderse al menos durante un mes, el mismo tiempo que pasó el líder demócrata del Senado, Harry Ried, elaborando la ley a puertas cerradas.