El primer enfrentamiento entre ocho de los nueve candidatos presidenciales en el debate organizado por al Asociación Nacional de la Prensa (ANP), realizado ayer en Coquimbo, fue analizado este mediodía por Robert Funk, académico del Instituto de Asuntos Públicos de la Universidad de Chile y William Porath, de la Universidad Católica en un nuevo Hangout de La Tercera.

En la oportunidad, los expertos señalaron que el formato no fue el mejor para enfrentar a ocho candidatos, debido a que hubo poco tiempo para confrontaciones.

"Tengo dudas de si es razonable tener a candidatos que tienen 0,5% en las encuestas debatiendo con candidatos que tienen más, eso obliga a un formato como el de anoche donde hay poco debate. Lo de ayer fue un antidebate con muy poca interacción entre los candidatos, terminó siendo casi una entrevista", indicó Robert Funk.

Al respecto, William Porath agregó que "el debate de anoche es una demostración patente de la crisis de representación que estamos viviendo, con ocho personas, ni suiquiera es debate, tenemos un problema de representación, el sistema político no está dando el ancho. En esa circunstancia, no tenemos una tradición de debate. Lo lógico habría sido dividir el debate en dos segmentos, hay candidatos que tienen la oportunidad de ganar la elección y otros que tienen candidaturas más simbólicas, al dividirlo ambos grupos tendrían la oportunidad de expresar sus ideas con más tiempo".

AUSENCIA DE BACHELET
En cuanto a la ausencia de la candidata de la Nueva Mayoría, que aludió a problemas de agenda para no participar del foro, Robert Funk señaló que podría haber funcionado la estrategia de la abanderada de no exponerse, pero que debe poner atención para no parecer arrogante. "Ella arriesgaba algo al presentarse, que ocho candidatos la iban a atacar a ella, finalmente el balance para ella es bueno, pero tiene que estar atenta a seguir con esa estrategia del paso", indicó.

En tanto, William Porath puntualizó que "el manual del candidato respecto de qué hacer en los debates dice que si uno tiene la primera posición, no le conviene participar en los debates, el manual dice que al retador le convienen los debates, y Parisi y ME-O trataron de jugar el rol del retador. En ese sentido yo creo que Bachelet no pierde, todos van a decir que no quiere debatir, eso tiene un impacto en un segmento de la población que probablemente no va a votar y si vota en primera vuelta será de protesta, pero su posición sigue intacta".