Las constructoras españolas dependen cada vez más de los bancos extranjeros en tanto buscan crecer en el extranjero para hacer frente a la peor caída de la construcción registrada hasta hoy.
"Tenemos más dificultades para acceder al crédito", dijo Susana Monje, máxima responsable ejecutiva de Grupo Essentium, constructora ubicada cerca de Madrid que recurrió a Deutsche Bank AG de Alemania en busca de respaldo para obtener un contrato en India este año. "Las empresas españolas llevan un rótulo y, si uno tiene ese rótulo, las cosas le resultan más difíciles".
Las constructoras españolas como Essentium y Actividades de Construcción Servicios SA están pagando el precio por la fragilidad del sistema bancario del país en tanto tratan de aprovechar el crecimiento en el exterior para compensar la caída del mercado en su país.
Aunque ayudaron a impulsar un auge de las propiedades antes de que la burbuja estallara en 2008, los prestamistas desde entonces se han mostrado reacios a dar apoyo a los deseos de crecimiento de la industria de la construcción y en cambio se han abocado a reducir las pérdidas inmobiliarias locales y reducir los riesgos de los préstamos.
BARRERA SIGNIFICATIVA
Los préstamos a la industria española de la construcción ya se redujeron un 40% desde 2007, según los datos del Banco de España. Los préstamos para la construcción como porcentaje del producto interno bruto cayeron del 15% en ese período a alrededor del 9%.
"Es cierto que las condiciones de financiamiento se han puesto más duras", señaló José Manuel Loureda, director general de expansión internacional de Sacyr Vallehermoso SA, constructora con sede en Madrid, en una entrevista telefónica. "Se han convertido en una barrera significativa que hay que salvar".
Los préstamos españoles con problemas de recupero podrían multiplicarse si la economía sigue contrayéndose en 2013, apuntó el Banco de España el 5 de noviembre. La calificación de Banco Santander SA y Banco Bilbao Vizcaya Argentaria SA, los dos mayores prestamistas de España, fue rebajada a BBB y BBB- respectivamente por Standard Poor's el 16 de octubre. La calificadora también rebajó la nota de otros nueve bancos y colocó a seis en vigilancia crediticia negativa.
España cuenta con la capacidad de las compañías para desarrollar su actividad en otros países dado que la economía está empantanada en su segunda recesión desde 2009 y más de la cuarta parte de la población activa está sin trabajo. El PIB podría caer 1,5% este año y el próximo, antes de crecer 0,5% en 2014, muestra una encuesta de Bloomberg News. La economía de la zona euro, por su parte, podría volver al crecimiento el año que viene, indica otro sondeo.