La programación indicaba que el martes 1 de enero, después del noticiero central, Mega emitiría la película Alvin y las ardillas, y que anoche, en el mismo horario, la opción sería El día después de mañana. Pero en el inicio de 2013, el canal decidió sorprender y programar su nueva carta fuerte internacional: la serie colombiana Pablo Escobar: el patrón del mal.

El anuncio del primer episodio se hizo sólo dos horas antes de su emisión, y aunque la movida puede ser vista como arriesgada -por no aprovechar las posibilidades de darle más promoción-, finalmente resultó efectiva, ya que la serie marcó 13 puntos de rating y fue el segundo espacio más visto del día, según datos de Time Ibope. Anoche, con la segunda emisión siguió la racha: la serie consiguió 13,8 puntos de rating online entre las 22.33 y las 23.45 horas. En el mismo horario, TVN marcó 15,1 puntos, Canal 13 consiguió 11,9, y Chilevisión, 10,4 puntos.

"Decidimos no anunciarlo con más anticipación porque queríamos generar las mejores condiciones posibles de competencia. Fue una movida táctica que funcionó bien", explica Ignacio Eyzaguirre, gerente de producción de la señal.

El martes 1 se emitieron los primeros dos capítulos de la serie -de 45 minutos cada uno- y anoche se dieron otros dos en el mismo horario, "para posicionar bien la historia", explica Eyzaguirre. Por estos buenos resultados, el canal privado decidió ayer apostar por emitir El patrón del mal de lunes a miércoles, a las 22.30 horas, aunque en un principio sólo se había considerado ponerla en pantalla dos días a la semana, los martes y miércoles.

Hace cerca de un mes que Mega había cerrado el acuerdo con Albavisión -grupo dueño del canal La Red- para tener los derechos de emisión de El patrón del mal. La serie, producida por el canal colombiano Caracol, se convirtió en un fenómeno de sintonía en ese país, donde terminó de emitirse el 19 de noviembre de 2012.

La historia cuenta la vida personal y el imperio de narcotráfico que llegó a tener Pablo Escobar hasta que fue asesinado por la policía colombiana, en 1993. Los primeros episodios muestran cómo el colombiano entró en el mundo de la cocaína, luego de probar suerte en otros proyectos ilegales. "Es una serie que engancha, que puede ser un poco dura para la época veraniega, pero que es de excelente calidad y que crea mucho interés público, así que esperábamos que diera un buen resultado", remata Eyzaguirre.