El primer debate televisivo entre la presidenta Dilma Rousseff y el opositor Aécio Neves generó hoy honda decepción entre los analistas políticos, que coincidieron en que los dos candidatos a las elecciones brasileñas del 26 de octubre prefirieron atacarse mutuamente a presentar sus propuestas.
Durante el debate transmitido por la red televisiva Bandeirantes, Rousseff y Neves libraron una batalla de acusaciones de corrupción de parte a parte, y también se acusaron mutuamente de mentir a los brasileños.
"Fue realmente una pelea de patio de escuela. Los contendientes se ofendieron como niños... Blandieron argumentos para demostrar que los dos son mentirosos, casquivanos y malhechores. Indignos, por lo tanto, del amor de la República. Un espectáculo deprimente", opinó hoy el analista Josias de Souza, del portal de noticias UOL.
Según el politólogo Pedro Fassoni, los brasileños que se quedaron despiertos hasta los primeros minutos de la madrugada de este viernes para enterarse de las propuestas de los dos candidatos, se sintieron frustrados por la ausencia en el debate de temas importantes que en junio del año pasado movilizaron a millones de personas en protestas callejeras.
"Esa pauta de demandas de la población en junio del año pasado no fue incluida en ese debate. Tampoco fueron incluidas grandes cuestiones nacionales como la reforma política, la reforma agraria, un plan nacional de movilidad urbana y la política externa", agregó el experto, quien recordó que temas polémicos como el matrimonio igualitario y la legalización del aborto también estuvieron ausentes del programa.
El gran tema del debate fue la corrupción, que entró de lleno en la campaña electoral después de que un ex director de la petrolera estatal Petrobras arrestado en marzo, Paulo Roberto Costa, confesó a la Justicia que durante ocho años (entre 2004 y 2012) desvió un tres por ciento del dinero de los contratos firmados por la empresa para beneficiar a agrupaciones oficialistas, en especial al Partido de los Trabajadores (PT) de Rousseff.
Neves acusó a la mandataria de no mostrar "indignación" ante las revelaciones de Costa: "Es absolutamente increíble lo de Petrobras, pero usted sólo se indignó cuando se filtraron los testimonios, y no frente a su contenido", disparó el representante del Partido de la Social Democracia Brasileña (PSDB), del ex presidente Fernando Henrique Cardoso.
La presidenta afirmó que las investigaciones sobre el escándalo en Petrobras resultaron de la independencia otorgada por su gobierno a la policía federal, y sostuvo que casos de corrupción ocurridos durante el gobierno de Cardoso (1993-2002) no han sido investigados, y "todos los acusados de escándalos están en libertad".
El duro cruce de acusaciones se enmarca en una de las campañas presidenciales más disputadas y agresivas de la historia reciente de Brasil.
La batalla verbal entre Rousseff y Neves tiende a proseguir a lo largo de los once días que faltan para el balotaje del 26 de octubre. Hasta ese entonces, habrá otros tres debates televisivos, el primero de los cuales tendrá lugar el jueves próximo, y será transmitido por la red televisiva SBT.