“Obviamente que las ganas de uno son querer jugar todos los partidos, pero también tengo que preocuparme bien de la lesión. Por jugar, de repente, un partido, me puedo perder un mes y medio o dos meses en el campeonato. Uno no saca nada con jugar a media máquina si no está bien. Eso sería perjudicar a mis compañeros en vez de ayudarlos", confesaba Esteban Paredes, el lunes en la Clínica Meds.

Las palabras del delantero -que a principios de semana parecían sólo de buena crianza- han ido tomando mucha fuerza con el correr de los días. Si bien ayer entrenó con normalidad, el trabajo que realizó fue muy suave, ya que no está en buenas condiciones para enfrentar mañana a Santiago Wanderers. De hecho, ni siquiera está para jugar, desde el punto de vista médico.

El edema muscular que sufrió en el muslo izquierdo, durante el partido ante Cobreloa, se le juntó a la rebelde pubalgia que le ha aquejado todo el torneo y a una  tendinitis rotuliana que también lo tiene maltrecho.

Hoy está a un 40% de su capacidad. Sí, a un 40%. Quizás, demasiada ventaja para un encuentro tan importante y definitorio como el de mañana, ante el sólido conjunto dirigido por Emiliano Astorga, donde está en juego nada más y nada menos que el título del Torneo de Apertura 2014.

Si el duelo en Valparaíso no fuera tan decisivo, la ausencia de Paredes ni siquiera estaría en discusión. Sería un hecho de la causa. Es lo que los médicos le han hecho saber al jugador y al cuerpo técnico. Esta vez, ni siquiera una infiltración tiene sentido, pues no amerita; sólo kinesioterapia y trabajo diferenciado en cancha.

Por lo mismo, todo está en manos de Paredes. Será él quién decida si juega y si está dispuesto a hacerlo desde el primer minuto. Será una decisión consensuada entre Tapia, los doctores y el jugador, pero el delantero tendrá la palabra final, minutos antes de que comience el partido con los verdes.

Es tal la inquietud del cuerpo técnico de Héctor Tapia por la situación del goleador, que en el Monumental nadie puede hablar del estado de salud de Visogol, a excepción del jefe del cuerpo médico, Roberto Yáñez. "Ha tenido una evolución satisfactoria. Ha podido trotar, hacer cambios de ritmo y trabajo con balón. Igual es una lesión reciente. Vamos a esperarlo hasta último momento. Mi pálpito es que, al menos, estará en la banca", concluyó el médico.

Oficialmente, Paredes está lesionado, y su dolencia requiere varios días de recuperación. Como sea, hoy, cuando el Cacique realice la práctica de fútbol, el ex Santiago Morning podrá saber a ciencia cierta cómo se siente y si está dispuesto a arriesgar. De que tiene ganas, las tiene, pero también sabe  bien que se expone a una lesión mayor. Y aquello podría significar que se pierda el inicio de la Copa Libertadores 2015.

Por si fuera poco, Tapia está consciente del mal estado de la cancha del estadio Elías Figueroa, algo que le preocupa por la merma física que sufren varios de sus jfutbolistas, que afecta al juego del equipo.