Un hombre que vivía entre los restos descompuestos de once mujeres fue hallado culpable de matarlas a todas, lo que cerró un caso que conmocionó a la ciudad de Cleveland desde que los cadáveres fueron desenterrados en una casa "con olor a muerte".

Anthony Sowell, de 51 años, fue declarado culpable de homicidio agravado, secuestro, ocultamiento de evidencias y abuso de un cadáver, por las once muertes. Ahora, podría ser sentenciado a la pena capital.

"Nos merecemos esta justicia", dijo Denise Hunter, cuya hermana Amelda apareció sepultada en el patio trasero de Sowell, dentro de bolsas de polietileno para basura.

"Estoy muy agradecida de que finalmente todas nuestras familias puedan descansar, igual que nuestros seres queridos, con la seguridad de que la paz ha vuelto a nosotros", afirmó.

La mayoría de las familias de las víctimas salieron por una puerta lateral del juzgado, para no hacer declaraciones sobre el veredicto. Cuando Sowell fue hallado culpable de asesinar a Tonia Carmichael, estrangulada con el cable de un cargador eléctrico, la madre y la hija de la víctima se abrazaron y lloraron.

El jurado deliberó durante poco más de 15 horas, antes de anunciar los veredictos.

Sowell, vestido con una camisa polo gris y pantalones oscuros, apretó los labios, miró fijamente al frente y apenas se movió cuando se le leyó el primer veredicto de homicidio agravado, antes de que los agentes lo esposaran. Luego se sentó.

La mayoría de los jurados evitó mirar a Sowell cuando el juez leía los veredictos. Dos miembros del jurado se secaron las lágrimas.

Cuando el jurado abandonó la sala, Sowell levantó las manos esposadas. Ninguno de los abogados emitió comentarios, por una orden de silencio que seguirá vigente mientras no se dicte sentencia. La audiencia para tal efecto comenzará el 1 de agosto.

El descubrimiento de los cadáveres representó una vergüenza para la policía de la ciudad, que fue acusada por familiares de las víctimas de no investigar adecuadamente las desapariciones porque la mayoría de las mujeres tenía adicción a las drogas y vivía en un barrio empobrecido.

Tras las muestras de indignación sobre los asesinatos, un panel formado por el alcalde recomendó una reestructuración en la forma en que la ciudad atiende los casos de personas desaparecidas y las investigaciones sobre delitos sexuales.