Miles de trabajadores de salud fueron de casa en casa el viernes en Sierra Leona en busca de víctimas de ébola, como parte de una campaña en la que el país africano se aisló por completo en una cuarentena nacional de tres días a fin de derrotar el brote epidémico.
Las autoridades ansían hallar a enfermos de ébola que se han negado a ir a las clínicas, consideradas por algunos como simples lechos de muerte. Algunos expertos advierten sin embargo que esa estrategia podría ser perjudicial, si no hay suficientes camas en los hospitales para los pacientes que sean hallados.
La Unicef dijo que el claustro del país, que comenzó el viernes y durará tres días, es una buena oportunidad para educar a la población sobre cómo prevenir la enfermedad.
"Si la gente no tiene acceso a la información adecuada, información que les puede salvar la vida, necesitamos educarlos donde sea que estén, así sea en sus casas", declaró Roeland Monasch, representante de la Unicef en Sierra Leona.
En un comunicado, ese organismo de la ONU dijo que la campaña debe realizarse "de manera sensible y respetuosa".
Durante este reciente brote de ébola, el primero en el occidente de ífrica, algunos han denunciado a los trabajadores de la salud, acusándoles de haber importado la enfermedad. Otros ni siquiera creen que existe el virus del ébola. En muchas aldeas los habitantes han reaccionado con pánico cuando alguien llega del exterior tratando de educarles, y esta semana un encuentro de esos terminó fatalmente.
Seis personas fueron arrestadas por la muerte de ocho personas que habían ido a Guinea para lanzar una campaña educativa contra el ébola, dijo el gobierno guineano el viernes. El equipo, que estaba acompañado de periodistas, había acudido a la aldea Womey el martes.
Otro equipo, enviado para tratar de conseguir a los nueve voluntarios que habían desaparecido, encontró nueve cadáveres, inclusive los de tres periodistas locales, el del administrador de un hospital y los de varios funcionarios de salud, dijo el gobierno.
Fue hallado vivo sólo uno: el hijo de un subjefe de Womey, que se había escondido en la zona, según el comunicado del gobierno.