El Presidente salvadoreño, Mauricio Funes, decretó ayer un estado de emergencia nacional para hacerle frente a la tragedia que ocasionaron las lluvias, que cobraron la vida de 124 personas.

El gobierno salvadoreño contabilizó además unos 60 desaparecidos, así como 7 mil damnificados, por las lluvias torrenciales que provocaron desbordamiento de ríos, deslaves y derrumbes, luego del paso de Ida.

El Presidente Funes, a través de una cadena nacional de radio y televisión, solidarizó con las víctimas y envió su mensaje de condolencia a los familiares de los fallecidos y desaparecidos.

"No es para lamentarme que estoy aquí, sino para dejar bien claro a todas las familias que esta vez su gobierno no les va dejar solos ante las desgracias; que no va a mirar hacia otro lado ni a dar excusa ante el drama que vivimos", dijo funes, quien asumió el gobierno hace apenas cinco meses.

Pero también aclaró que "pocas veces se ha registrado un fenómeno de tan grandes consecuencias. En la zona del volcán de San Vicente, la región más afectada, se registraron 355 milímetros (mm) de lluvias en sólo cuatro horas. Casi lo mismo que se acumuló con otros fenómenos climáticos similares en cinco días".

El Mandatario recordó que durante el huracán Mitch, ocurrido en 1998, cayeron más de 400 mm en cuatro días, "una cantidad casi similar, pero que esta vez se precipitó en sólo cuatro horas".

Aún no se han podido contabilizar los costos de la tragedia, pero la Emergencia Nacional responde a que se "movilicen" todos los recursos necesarios para hacerle frente a la tragedia.

Finalmente, el jefe de Estado agradeció a todos los que se han puesto a disposición para colaborar con las víctimas, entre ellos, empresarios, funcionarios, pobladores de las mismas comunidades y a todos los países que han ofrecido su ayuda.

El huracán Ida atravesó yer el canal de Yucatán, que comparten México y Cuba en el mar Caribe y enfila hacia el Golfo de México, donde se ubican instalaciones petroleras clave.

"Un alerta de huracán permanece para la costa norte del Golfo desde Isla Grande en Luisiana hasta México Beach en Florida. Este alerta no incluye la ciudad de Nueva Orleans", dijo el centro en su reporte.

INSTALACIONES PETROLERAS EN ALERTA
El huracán se movía hacia el noroeste a una velocidad de 19 kilómetros por hora, dijo el reporte.

El Centro de Huracanes dijo que Ida se debilitaría en las próximas horas a medida que se adentre en aguas del Golfo, donde algunas compañías de energía habían evacuado trabajadores de sus plataformas petroleras, aunque en general la producción de crudo y gas natural no había sido afectada.

Chevron Corp, Anadarko Petroleum Corp y Marathon Oil Corp evacuaron trabajadores de sus plataformas.

"Las lluvias van a incrementarse con el avance de Ida a través de la costa central y este del Golfo (...) pero se volverán más fuertes el lunes y martes", dijo el reporte del centro.

El Golfo de México aloja cerca de un cuarto de la producción doméstica de petróleo de Estados Unidos y 15 por ciento de la producción de gas natural. Además, en la costa del Golfo se ubica el 40 por ciento de la capacidad de refinación del país.

En tanto, el puerto petrolero de Luisiana, que recibe un promedio de 1 millón de barriles de crudo extranjero por día de barcos cargueros, suspendió la descarga de los tanqueros en la tarde de hoy. Este puerto es el único de Estados Unidos que puede recibir a los tanqueros de mayor tamaño.

La tormenta descargó lluvias torrenciales a comienzos de esta semana en la costa Caribe de Nicaragua. Cerca de 5.300 personas permanecían aún en albergues y el Presidente del país, DanielOrtega, dijo ayer que pedirá préstamos por cerca de US$4,4 millones para resarcir los daños.

Ida se convirtió en huracán por primera vez el jueves, frente a la costa de Nicaragua en el Caribe, antes de debilitarse sobre tierra. El sábado recobró su intensidad al regresar al mar.